A mediados de 2009 le dediqué un post a uno de los personajes más peculiares -y entrañables- que poblaron la érase una vez calle musical por excelencia de BCN, Tallers. Había transcurrido una eternidad desde los dorados 90’s, su imperio había menguado a una sola tienda sita en el Eixample, pero José Luis Fernández Alfaro, el loco de Music World, seguía con la persiana abierta. Os recomiendo la lectura de los comentarios que han ido dejando los lectores, ¡entretenimiento del bueno!
Bien, 13 años después, trascurrida otra eternidad, ¡aún sigue suelto! Aunque, desafortunadamente, con fecha de caducidad. Carmen -su esposa y eterna escudera- me comentó que el próximo 4 de junio -¿o era el 7?- la tienda cierra para siempre.
José Luis está en plena forma a sus 68 tacos, en la media horita que pasé en su local la semana pasada no paró de piropear a las clientas femeninas y de ametrallar con su infinita sabiduria rockera a todo el que tuviera en su rango visual, pero no les renuevan el alquiler del local. Así de triste y sencillo. Podrían buscar otro local y mudarse, pero les supondría un follón para el que ya no están motivados.

Seré franco, desde el citado 2009 no había vuelto a entrar en Music World. Su fin no me rompe los esquemas, pero la nostalgia asalta y sabe mal que algo icónico de tus años formativos desaparezca.
Estos días están liquidando stock con unas ofertas imbatibles. % de descuento importantes sobre precios que ya eran baratos de por sí. Si hablamos de CD, que es el formato que actualmente me interesa, a estas alturas ya no les queda demasiada mandanga interesante. Dado que el anuncio de su cierre se produjo a principios de mayo, los melómanos locales han arrasado sus estanterías.
En su momento, Music World era el lugar donde acudir para completar tu discografía de Grand Funk Railroad, Poco o Barclay James Harvest, no había otra tienda en la ciudad con su fondo de catálogo setentero. Sin embargo, aunque en mi reciente visita aún les quedaban joyitas sueltas como las que compré -ver imagen-, el grueso ya son Greatest Hits que no interesan.
Carmen me aseguró que aún les queda chicha en el almacén y que antes del cierre repondrán, así que procuraré acercarme una vez más. Seguiremos informando.

De allí me llevé en 2017 el To Bring you my love… Y el Dopes to Infinity, no reparé en el personaje y en su cónyuge pero fue algo muy especial, la última vez que he comprado algo de una tienda de discos…
¿5 años sin comprar discos en tienda? ¿Tiras de Amazon o eres como unos que yo conozco que tiran de webs rusas de descargas?
Me cuesta reconocerlo pero es una realidad, tiro de Amazon y de los discos que me envían nuestras bandas patrias para reseñar… pero el grueso del pelotón va por Spotify y Bandcamp, no me daría el presupuesto para todo lo que reseño tío!!!
Perdón, el Dopes no, el Powertrip en vinilo… Junto con el de la Harvey…