Todo simpatizante del cine setentero la tiene en un pedestal. Faye Dunaway es uno de los rostros más reconocibles -y bellos, especialmente durante su trentena- de esos años irrepetibles del celuloide norteamericano. «Bonnie & Clyde», «El Caso de Thomas Crown», «Pequeño Gran Hombre», «Chinatown», «Los Tres Días del Condor», «El Coloso en Llamas», «Network» … en esa etapa de su carrera protagonizó un clásico tras otro.
Relativamente olvidada por el gran público -se podría decir que su última gran película fue «Barfly» (1987), el pseudobiopic de Charles Bukowski, compartiendo borracheras junto a Mickey Rourke-, HBO ha decidido reivindicar su figura dedicándole un documental llamado, como no, «Faye».
A través de una reciente entrevista a una ya octogenaria Dunaway, el producto hace el típico recorrido de infancia, adolescencia, primero pinitos teatrales, auge y caída en Hollywood, piques profesionales, vida amorosa y problemas mentales y adicciones varias superadas en un presente de dorada madurez.
Habiendo trabajado con tantos primeros espadas, uno esperaría un ramillete de grandes nombres dando testimonio de los good old times junto a la estrella. Sin embargo, salvo Sharon Stone y el mencionado Rourke, sólo aparecen trabajadores muy secundarios de la industria.
Hubiese sido bonito arrancar unas palabra a leyendas como Warren Beatty, Jack Nicholson o Roman Polanski.
Todo un poco acelerado en el poco más de hora y media de metraje, pero interesante, especialmente si la Faye 70’s es también uno de tus crush.
A nivel rosa -ya sabéis que es nuestra especialidad-, me sorprendió saber que nuestra protagonista tuvo un intenso affair de dos años con Marcello Mastroniani. Durante ese periodo se vieron a escondidas, pues él estaba casado.
Faye terminó la relación cansada del perfil de la relación. Ella quería normalidad y oficialidad, mientras que el galán italiano, 17 años mayor, tenía en mente la longeva y adultera pareja Katherine Hepburn y Spencer Tracy. En cualquier caso, pasada una eternidad, Faye todavía lo recuerda como el amor de su vida.
Más me sorprendió la -fugaz- mención al matrimonio de Dunaway con Peter Wolf, el vocalista de la J. Geils Band. Desconocía por completo esa unión entre la aristocracia del RN’R y de Hollywood. Poco se escrito al respecto. Se conocieron en 1972 y estuvieron casados de 1974 a 1979.
De lo que no se habla en el documental es de su noviazgo noventero, cincuentona ya ella, con Hook Herrera -wikipedia says-, un bluesman 20 años menor que gozó de cierto renombre durante esa década en la Ciudad Condal. Recuerdo sus largas residencias en salas como la Boite.
¿Otra conexión rockera de Faye? Ahí la tienes, coprotagonizando el clip de «Into the Great Wide Open», uno de los temas más emblemáticos de Tom Petty, junto a un jovencísimo Johnny Depp: