Cuenta la leyenda del Sunset Strip de Los Angeles. que en una noche de 1993 en el club Viper Room, Thee Hypnotics ofrecieron un sudoroso show que dejo sin habla a Johnny Depp y Cher que se encontraban entre el público y de paso la fama de banda de culto se alargaba todavía más, y la oferta de American Recordings para grabar su próximo disco no tardó en llegar.
Pero debemos remontarnos a 1992 y la fría Inglaterra, ya que Chris Robinson de The Black Crowes se encapricho de la banda cunado ésta abría para los cuervos negros en UK. Así que el sería el encargado de dar el empujón definitivo a la banda encargándose do de producir el disco. Pero no todo sería fácil, ya que Pepper bajista original decide estar cansado de girar y al volver a UK se baja del carro, a lo que hay que añadir la muerte por sobredosis del guitarrista Craig Pike, por lo que nos encontramos un panorama complicado.
A pesar de todo, Pepper decide volver a su puesto de bajista y la anda se muda a Los Ángeles para grabar el álbum. Robinson se centra en ellos y no duda en llamar a Marc Ford para encargarse las guitarras Slide y a Eddie Harsch pata los pianos. Nos encontramos en la época de “Amorica (1994)” y Thee Hypnotics se prestaron a sonar más rockeros y potentes, alejándose de la Psicodelia de sus (también fantásticos) anteriores discos.
El disco es sencillamente perfecto y esta cargad de una energía e inspiración realmente fantástica, para muestra la pieza de arranque “Keep On Rollin”, puro Zeppelín de nuevo cuño, pero bien cargada de blues, pasajes extensos como los siete minutos de “Heavy Liquid”, delicias suaves Stonianas “Goodbye”, ecos de los Crowes más bluesies “If the Good Lords Love ya”, un toque Funk Stoniano en “Tied It Up”, y todo esto complementado con pasajes entre temas que van desde el blues al Jazz. Como apoyo promocional, la banda se lanza a una gira americana de clubs, desde el Viper Room al CBGB, a posterior vuelven a UK y siguen girando.
Pero nos encontramos en la mitad de la década de los 90’s y la losa alternativa pesa mucho, lo que representan unas escasas ventas para American Recordings, que no dudan en darles la patada. En un intento de seguir a lo suyo, Thee Hypnotics subsistieron hasta 1999, solo grabaron un single más, ya bajo el amparo de una independiente, pero pusieron fin a la banda tras doce años de carrera. A día de hoy, podríamos considerar que este álbum es un clásico de culto, no ha perdido ni la más mínima calidad y podría entrar sin problema en un top ten de clásico de culto de los 90,s.