«A group of four teenage girls come of age in the asphalt desert of Los Angeles’ San Fernando Valley arranged with a blazing soundtrack and endless drinking, drugs and sex»
Esa es la sinopsis de «Foxes» (1980) y, tras leerla, uno se espera una espiral de vicio, poco menos que una precuela de «The Dirt» protagonizada por las «Zorras» adolescentes a las que alude el título.
Nada más lejos de la realidad. Publicidad engañosa elevada a la máxima potencia.
Protagonizada por una Jodie Foster de 17 añitos y una Cherie Currie recién salida de The Runaways, «Foxes» es un cándido y edulcorado relato, un telefilme de sobremesa sobre cuatro amigas que pretenden emanciparse de sus desestructuradas familias.
Ni sexo, ni drogas ni botellón. Unas buenazas. Las únicas pinceladas de sordidez están representadas por las resacas del personaje de Currie. Cualquier alumna de 4º de la ESO de hoy en día tiene un master en el lado salvaje de la vida comparando con las Zorras de pega de la película.
Adrian Lyne, su director, mas tarde daría el callo con películas tan cerdas como «Nueve Semanas y Media», «Atracción Fatal» o «Una Proposición Indecente».
Con todo, el visionado de «Foxes» no es una pérdida de tiempo. Está rodada en el Los Ángeles de 1979 y, por consiguiente, ambientación y estética resultarán irresistibles para los fetichistas de esa época.
En el Strip todavía abundaban chulos, putas y locales XXX. Los malos del instituto se parecen a Keith Richards, los buenos lucen como un híbrido entre John Travolta y Vince Neil, posters de KISS decoran las paredes de sus habitaciones y toda la clase acude a un concierto de Angel, quienes -ya en los últimos coletazos de su carrera- compusieron el tema «20th Century Foxes» ex profeso para el film.
La embriagadora fotogenia de Jodie Foster y el magnetismo de Cherry Bomb también ayudan a sobrellevar una sosita trama que cuenta con los cameos de la estrella televisiva setentera Scott Baio en el papel de pagafantas de Currie, de una jovencísima Laura Dern y de un talludo Randy Quaid que ejerce de pederasta socialmente aceptado.
Por cierto, muy chachonda la escena en que, mientras las cuatro amigas pasean por un típico «parking lot», unos tiparracos les gritan «¡bolleras!» al sentirse ignorados por ellas. Tratándose de Foster y Currie, muy avispado (¿y profético?) ese guionista!
«Foxes» está disponible en esa maravilla llamada Filmin, el paraíso del cinéfilo. Pero por si estás pasando una época de vacas flacas, te incrusto el Youtube by the face. De nada!