Tuve idea de este bolo, en el Festival de Blues de Cerdanyola, cuando por casualidad pude entablar conversacion con Alber Solo, quien me comentó el concierto en la Textil con King Sapo, ya que el bateria Javier Planelles es el titular la bateria en ambas bandas.
Alber Solo fue quien inicio el bolo acompañado de los FirebirdBlues con el que nos presentaba su nuevo trabajo «Esperando A Que Bajo El Sol» que cuenta con la producción de RockSound ACaraPerroProducciones. El estilo de Alber Solo se mueve con tintes funkies y con estilo vocal que se asemeja a Prince en temas como «Satisfacción» o «Sensaciones» pero también sabe atacar temas más rockeros, como por ejemplo «El Fuego» de cara inspiración Stoniana o el R’n’R al estilo Tequila de «Guitar Man». Preludio perfecto para calentar el ambiente para lo que nos venía encima.
King Sapo, ya es hablar de otra galaxia. Sus anteriores visitas han sido presenciadas por miembros de este Staff y realmente parece que es una de nuestras bandas «fetiche». La banda se encuentra plenamente engrasada y eso se palpa en cada uno de los temas que se fueron sucediendo, con un público entregado desde el primer acorde de «Sexo En Marte». Lo de Andrés Duende es inexplicable. Hay que verlo con tus propios ojos. Lo que es capaz de hacer con su guitarra es increíble. «Te Sigo, Te Huelo» con ese riff un tanto punkarrón que extrae Andrés fue coreada a pleno pulmón. Con «Insecto», se dio un momento curioso, cuando Javier Planelles abandonó su kit de bateria y se mezcló con el público y a Jesús Trujillo le dio un ataque de risa…. Jesús es otro monstruo. Impecable cuando ataca las letras y también con la acústica y la sección rítmica con Javier y Jose son el pegamento ideal para conjuntar ese sonido made in King Sapo.
El bis con «Libre» iniciado a pelo con Jesús con la acústica y con un silencio sepulcral en toda la sala, dio paso a una bestial jam sesion con un interludio a «Another Brick On The Wall» con los 4 músicos para acabar con «Afrodita Blues». No hay duda que estos tipos, que llevan ya años pateándose nuestra geografía, merecen abandonar ese «ambiente underground» por el que se mueven y poder ya el salto a aforos más importantes.