Desde el 10 de Downing Street se acaba de anunciar el mayor paquete inversiones en la cultura británica jamás visto.
Un rescate de £1.570 millones para ayudar a superar el desastre económico provocado por el coronavirus en el sector. Teatros, museos, galerías de arte, salas de cine independientes y … salas de música en directo.
Con esta medida, los denominados Grassroots Music Venues tienen la viabilidad asegurada.
¿Y que diantres es un Grassroots Music Venue? Simplificando, es un garito donde programan regularmente música en directo. Los Rocksound del Reino Unido. Si quieres una definición más detallada, la puedes encontrar aquí.
La Music Venue Trust (MVT) es una fundación encargada de velar por la salud de la red de Grassroots Music Venues de toda Gran Bretaña -si un garito pasa por apuros económicos, la MVT acude en su ayuda-. También se encarga de concienciar a la sociedad sobre la importancia de su existencia: sin la cantera de los Grassroots Music Venues, la música británica se muere.
Entre los patrones de la MVT encontramos a estrellas como Paul McCartney o Madness, capitostes de la industria como el CEO de Sony UK y representantes de los principales partidos políticos, lo que nos da una idea del poder de este lobby.
En sintonía con la MVT y bajo el slogan #LetTheMusicPlay, a finales de la semana pasada 1.400 artistas de las Islas, entre ellos The Rolling Stones, Paul McCartney, Suzi Quatro, Rod Stewart, Jeff Beck, Nick Mason, The Cure, Radiohead, Eric Clapton, Iron Maiden, Phil Collins, Bring Me The Horizon, Yes, The Darkness, Idles, Steve Hackett, Marillion, Mogwai, Skunk Anansie, Judas Priest, Bullet For My Valentine, Ray Davies, PJ Harvey, Enter Shikari … firmaban una carta dirigida al Secretario de Estado Oliver Dowden para que se pusiera las pilas y movilizara las ayudas ipso facto.
Tres días después de publicarse la carta, se anunciaba la lluvia de £1.570 millones. Teniendo en cuenta que la música en directo aporta anualmente a la economía británica £4.500 millones y genera 210.000 empleos, la inversión sale a cuenta!
Moraleja, en el Reino Unido la cultura -y por ende, la música- importa.
Incluso un mandril como Boris Johnson ha declarado lo siguiente:
“Desde los teatros icónicos y las galerías de arte top hasta los garitos de conciertos en sótanos, la industria cultural es el corazón de este país. Este dinero ayudará a salvaguardar el sector durante las próximas generaciones, asegurando que los locales podrán sobrevivir y mantener a sus empleados mientras sus puertas sigan cerradas”.
Otro detalle: Si alguna vez has entrado en una tienda inglesa (o si comparas Amazon.co.uk con Amazon.es), habrás comprobado que los discos allí son más baratos que en España, a pesar de la abismal diferencia en los sueldos.
Por si te preguntabas como es posible que desde Reino Unido hayan salido -y sigan saliendo- tantas bandas legendarias, ahí tienes unas respuestas.
La declaración equivalente firmada por Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Malú y Pablo Alborán defendiendo los locales de pequeño formato está al caer. Mañana.
En cualquier país de Europa, no solo UK.
Cualquier país de Europa que no sea mediterráneo, querrás decir. No me imagino a Italia o Grecia dotando de subvenciones millonarias a su red cultural privada.