El nombre de Rick Rubin va ligado a bandas como Beastie Boys, Slayer, Danzig o Run DMC, no diremos que fue su descubridor, pero sí que ayudo a todas ellas a expandir su sonido a otro nivel, ya sea primero en Def Jam Recordings, como a posterior con Def American Recordings.
Así mismo, todos sabemos el trabajo de rescate que realizo con Johnny Cash. Sin duda, su trabajo más relevante (o al menos para mí), es el que comprende la segunda parte de la década de los 80’s y la primera de la de los 90’s. En ese periodo nos encontramos con los álbumes de las bandas anteriormente indicadas, y otros como el debut de The Black Crowes, “Electric” de Te Cult”, etc….
A posterior de mitad de los 90’s y hasta día de hoy, nos encontramos con una amplia lista de bandas y salvo excepciones como Tom Petty, AC/DC, The International Noise Conspiracy o The Mars Volta, mucho material innecesario y hasta cosas absolutamente ilógicas como Justin Timberlake, Mel C o Jovanotti.
Seguro que esos artistas le reportaron un buen puñado de dólares, pero el Rubin que descubría bandas de guitarras en su sello, directamente ha desaparecido en favor del de llenarse los bolsillos sin un criterio claro. Pero bueno, el objetivo de este texto, es recuperar unas grabaciones que lideró en la producción nuestro barbudo protagonista entre el periodo de 1985-1995 y un bonus track de un disco totalmente innecesario bien entrada la década de los 2000.
Masters Of Reality (1989).
Sencillamente adoró este álbum. Chriss Goss junto a Rick Rubin, buscando un sonido que tal y como cuenta en las notas interiores de la reedición del vinilo el propio Goss, se alejara de la movida de la que en ese momento se nutría la escena de Los Ángeles. Sin duda, consiguieron su objetivo en un trabajo personal y que se convirtió en referente para muchas otras bandas.
Wolfsbane “Live Fast, Die Fast (1989)”.
Que le pregunten a Steve Harris de Iron Maiden cuantas veces escuchó este disco. Unos chavales de barrio ingles grabando un disco de Heavy Metal crudo y pandillero, sería la descripción más acertada para este álbum. La MTV no dudó en abrazarlos y los clips del debut gozaron de muy buena difusión en el programa Headbangers Ball.
The Four Horsemen “Nobody Said It Was Easy (1991)”.
Cuando se junta el Southern, el rock pandillero, las drogas, la cárcel, las motocicletas, etc…. solo puede resultar una obra maestra. El álbum es áspero para los puristas del género, pero delicioso para los amantes del Hard Rock. Basta con dejar caer la aguja sobre “Rockin Is My Business” para entenderlo.
Trouble “Manic Frustration (1992)”.
Rubin coge a una leyenda del “Doom” y les sacude la lentitud de encima, aplicando a su sonido una velocidad y psicodelia rockera que los convierte en una banda capacitada para editar un disco que a día de hoy es una obra de culto. Los seguidores que disfrutaban con cada nueva obra de Danzig, tenían otro camino para explorar con este álbum.
The Red Devils “King, King (1992)».
Una banda de blues que actúa cada lunes en un sudoroso club de Los Ángeles, es capturada en su esencia más pura con su repertorio de covers y la forma de interpretar los mismos. Alabados por la crítica y por multitud de músicos que no tenían problema en subirse al escenario con ellos cualquier lunes.
Bonus Track:
Poison “Poison’D! (2007)”
Editar un disco de versiones solo puede responder a dos cosas: 1. La falta de ideas de la banda o 2. rendir tributo a sus influencias. En Poison, claramente son las dos, pero desgraciadamente poco podemos salvar del mismo. La selección es prácticamente la misma que otros cientos de discos del estilo y a pesar de estar Rubin en los mandos, suenan más de banda pop de universidad que a una de las grande del Hard Rock festivo.