Teniendo en cuenta los precedentes (las dos primeras entregas de la trilogía) y, por supuesto, las pajas mentales previas que uno se hizo, esperaba MÁS sangre, carne y Heavy Metal en «MaXXXine».
Pero descuida, que la peli está muy bien. Cómo no valorar un artefacto que muestra extractos del discurso de Dee Snider sobre el caso PRMC, que cuenta con unos títulos de crédito en los que retumba «Give Me All Your Lovin'» de ZZ Top a volumen 11, que nos regala escenas donde suenan Ratt y Judas Priest o que tiene a una protagonista que hace el casting para el nuevo clip de Lizzy Borden.
Y qué me dices de esa ambientación. Ese Sunset Strip de ensueño/pesadilla de 1985 plagado de neones triple X y antros de perdición. Se nota, eso sí, que nuestra musa Mia Goth va adquiriendo un status y ya no se destapa con tanta facilidad como antaño. Teniendo en cuenta que encarna a una stripper y estrella porno -que quiere pasar pantalla, cierto, siguiendo los pasos de Marilyn Chambers o Traci Lords-, algún desnudo que otro se hubiese agradecido. Pero lo dicho, pajas mentales. Seguimos a los pies de Mia.
En cuanto a la hemoglobina, Ti West la dosifica más de lo habitual. Sí que hay despiporres gore en momentos puntuales, de esos que hacen aullar las plateas de Sitges, pero no estamos precisamente ante una cinta slasher. «MaXXXine» tiene más de thriller, historia de superación y radiografía de Tinseltown que de film de terror al uso. Una propuesta con guiños al giallo italiano, a la serie B carne de videoclub ochentero o a clásicos 70s como «Chinatown» o «Hardcore, un Mundo Oculto«. La buena mierda que nos gusta combinada de forma espléndida.
Por cierto, sorprende la elevada presencia de pesos medianos o incluso semi-pesados de Hollywood en una película de este tipo. Kevin Bacon, Bobby Cannavale, Michelle Monaghan, Giancarlo «Gus Fring» Esposito o Lily -hija de Phil- Collins, nadie quiso perderse «MaXXXine».
En mi ranking personal, dentro del tríptico, «MaXXXine» queda por debajo de la fabulosa «Pearl» pero mejora a la torpona «X».