El RN’R, por lo general, requiere nocturnidad y alevosía. Todos tenemos en mente shows históricos en espacios abiertos a la luz del día, pero estaremos de acuerdo en que la verdadera magia rockera se genera en un club pasadas las 22:00h.
Neon Animal pertenecen a la noche. Su glam vicioso, sus letras cerdas, su actitud lasciva … esa propuesta pide oscuridad, sustancias y sudor.
Y sin embargo, ahí les tuvimos, en ese maravilloso campamento hippie llamado La Traviesa, en concierto de mediodía, al aire libre y con menores -varios de ellos con mis genes- correteando por el patio.
La estampa de Mark, contorneándose con la bragueta bajada mientras susurraba aquello de «I can tell You love me by the way you fuck me» o la incesante sed de cerveza del resto de músicos eran escenas que chocaban con la realidad familiar y vermutera que les rodeaba, pero se agradece que Neon Animal mantengan el nivel de entrega y suciedad sean cuales sean las circunstancias.
Chapeau por la plurinacional banda (cómo en el chiste, aquí hay un italiano, un portugués, un inglés y un letón) afincada en Londres. Sus dos álbumes hasta la fecha son cojonudos tratados del ruock más guarro y visceral y en el concierto de Torredembarra los repasaron prácticamente de cabo a rabo. Por supuesto, los momentos álgidos no podían ser otros que «Rock N’ Roll War«, «Rock N’ Roll Suicide«, «Let’s Make The World Rock» o «Bring Back Rock From The Dead«. ¿Alguna duda sobre lo que hace girar el mundo de estos tíos?
También hubo lugar para versiones. Si no recuerdo mal, echaron mano del «Beaufitul Stranger» que hizo Madonna para la BSO de Austin Power, se cascaron una fidedigna cover del «L.A. Woman» de The Doors y ejecutaron una curiosa y arrastrada «I Was Made For Loving You» de KISS a la que le bajaron las revoluciones al mínimo.
Aunque sé que en un antro todavía me gustarán más, el saldo de la atípica velada matutina es inmejorable. Me lo pasé de puta madre. Mis hijos declararon unos «bueeeeno», «regular» o, incluso, «no ha estado mal», lo que partiendo de donde partimos -niños estándar de 2022-, es todo un éxito.