Day IV
Al ser domingo, los barrios de New York se llenan de Flea Markets. En la zona de Greenpoint tocando los embarcaderos hay uno muy sofisticado. Requiere inscripción y ticket vía QR.
Por supuesto, los parques se llenan de gente, ya sea haciendo picnic, pachangas de Baseball o directamente no haciendo nada. El McCarren Park no es una excepción.
Si te dejas caer por Bushwick, todo cambia. De aspecto dejado y a la sombra del puente de hierro del metro, la comunidad latina pasa el domingo a su manera.
Pero dirigiéndote hacia East Williamsburg el panorama es diferente. Entre naves industriales encontraras mega tiendas vintage como LTrain, de comics y música en Vinyl Fantasy o puedes comer viendo una película como en una sala de cine en Syndicated Theater Bar. Esta zona esta en progresión hacia lo moderno, y naves industriales llenas de oxido están dando paso a nuevos usos.
Una de esas naves se ha convertido en Brooklyn Steel, sala de conciertos que acogía el último show de Hermanos Gutierrez.
Los hermanos supieron llenar el espacio con su propuesta instrumental a base de guitarras slide entre cósmicas y arenosas, punteos fronterizos cargados de melancolía y buena interactuación a modo de introducción de los temas.
Referencias a «Paris Texas» de Wim Wenders y Dan Auerbach de The Black Keys, productor de su próximo disco y capo del sello Easy Eyes Sound. Cierre con una invitada especial al bajo, Laura Lee de Khruangbin.
Eso sí, analizando el perfil de público asistente al show, se me antoja que posiblemente un porcentaje muy bajo del mismo tenga un disco de Ry Cooder en casa.
Day V
En un día laborable por la mañana el barrio de Williamsburg cambia de aspecto. Los hoteles escupen fuera de sus instalaciones huespedes que han apurado sus días de vacaciones, los repartidores aparcan sus furgonetas por todas partes, las nanis pasean niños, etc…
Una buena opción es acercarse por el Riverwalk hasta el Domino Park y disfrutar de sus vistas a pie de la antigua fabrica Domino Sugar. Disfrutar de las tiendas sin gente y de los restaurantes sin colas de espera o reservas.
Por supuesto, hay que despedirse visitando un bar con estilo. Una opción ganadora es Randy’s, de suelo de ajedrez, con un billar en el centro y decorado al estilo Honky Tonky.
Tomarse la penultima cerveza (ya que se acabará volviendo tarde o temprano), mientras sonaba «I Love You» de Fontaines D.C. fue una señal clara. I♥️NY.