Day 1
Primera toma de contacto con Philly. Apartamento ubicado en Callowhill, de esas zonas dejadas y donde se estan construyendo nuevos edificios en cada esquina.
Imagino que en poco tiempo será lugar de peregrinaje hipster, ahora tiene un encanto especial, entre barrio duro y sucio, mezclado con lavaderos de coches clásicos y muchos grafittis.
Aquí esta el mítico Union Transfer, sala de conciertos legendaria y donde algunos artistas cuentan sus noches con sold outs. Entre ellos, nuestra Sierra Ferrell.
Por cierto, en Washington tocaban 311 tres días sold out . Hay una nueva remontada nostalgica para esas bandas.
Chinatown conserva el caos y la mugre requerida para que tenga la esencia necesaria. Patos laqueados colgando de los escaparates de cristales ultra sucios de sus restaurantes, y hasta tiendas que venden animales vivos como conejo o paloma.
Visita obligada a las famosas escaleras del Museo de Arte. Sí, las de Rocky.
Te encuentras con deportistas buscando motivación, graduadas en la universidad haciendo su reportaje fotografico, y, por supuesto turistas emulando a Stallone puño en alto.
Las vistas de la ciudad son muy buenas y por supuesto hay que ver la estatua de Rocky y dejarse unos dolares en la tienda de merch justo al lado.
Day 2
El Downtown tiene todos los elementos de una gran ciudad USA, es decir edificios históricos enormes, oficinas, parques para desconectar entre la jornada, esculturas modernas y sus gentes, quizás con menos prisa que en otras ciudades.
Pero si te mueves en dirección hacia el río Schuylkill, te encontrarás con tiendas de moda, restaurantes con aroma de jazz afrancesado, tiendas de comics a la vieja usanza, y por supuesto de música.
Long in The Tooth tiene un catalogo que tira de espaldas, de todo tipo de estilos, y no solo musica, si no que algunos libros muy interesantes.
Dirección hacia otro río, el Delaware, nos adentraremos en la Old City. Allí esta la famosa Campana de la Libertad, el Independence Hall, etc… ya sabéis que la historia se paga, y bajo previo desembolso de un puñado de dolares te empaparás de ella.
Pero lo atractivo de la zona es ver las casas de otra época en callejones de suelo adoquinado, y bajar hacia South Street, una calle cargada de locales clásicos de comida como el Jim’s South y sus sandwiches Cheesesteak, para tomarte una cerveza como el Milkboy o comprarte un comic en Atomic City Comics.
Curiosamente, en las 48h que he pasado en Philadelphia, no he visto el sol, todo han sido chubascos y cielo gris, y ese ha sido otro encanto.