Después de haber leído y escuchado diferentes opiniones de los asistentes al show, a todos ellos se les podía aplicar un “No eres tú, soy yo” de manual. En todos los casos, en mayor o menor medida, todos lo disfrutaron a su manera, yo el primero, que hasta durante “You Think I Ain’t Worth a Dollar, but I Feel Like a Millionaire” me metí en el pseudo pogo, y sudé la camiseta como hacía tiempo que no lo hacía.
A nivel general, está claro que la banda suena bien, está súper acoplada y llevan todos los temas a un nivel superior, aunque quizás el “problema” radica en eso mismo, ya que se percibe un perfil de piloto automático en la ejecución, ésta es de un nivel Premium, pero carente de algo de improvisación y naturalidad.
Capítulo aparte, merece Josh Homme, domina la escena como quiere, con superioridad y chulería, quizás demasiada, pudiendo llegar a saturar y ser algo forzado, aunque me decanto, porque el mismo después de haber pasado por unos años complicados, se ha venido arriba y esa actitud le fluye sola. Puedo imaginármelo antes del show preparando un setlist lleno de temas que le gustan a él y a la banda, y más de perfil fan, pero una vez sale a escena, y según vea la noche, aplica los cambios necesarios.
Y así es como se desarrolló el mismo hasta la mitad del set, pudiendo disfrutar de un inicio en clave rock como el formado por la dupla “Little Sister” e “In My Head”, o bien una sucia “Battery Acid”, aunque la decisión de sustituir “Sky is Falling”, por “The Way you Used To do” no beneficio al fan más acérrimo, pero si incito a la chulería generalizada. Esto abrió la brecha en el set para el valle que comprende los temas menos directos e intrincados y que desembocó en la interpretación realmente “Cool” de “Make It Wit Chu”, asociándola con los versos del mítico estribillo de “Miss You” de The Rolling Stones.
Para el tramo final y tras la propuesta de Homme a la audiencia de escoger entre la interpretación de varios temas, el bloque del set general se cerró con una apuesta segura, es decir, el cásico “Song For The Dead (2002)”, sonando un bloque de hasta tres temas del mismo. Y para el bis volvieron al álbum citado anteriormente, encadenado “No One Knows” y “A Song For The Dead”, pero si con un punto y un aire de prisa en finiquitar el show, quedando esto evidenciado en uno de los momentos dolorosos de la noche, dejar fuera “Mexicola”, que a pesar de estar en el set (formato papel) decidieron que no sonara.
Valorando a posterior el show, se puede comprobar que la banda tocó una veintena de temas, uno por encima de la media habitual, y que para bien o para mal, y siempre con el prisma de quien lo mire, algunos cambios de set nos beneficiaron, pero otros no. Aunque lo que queda claro, es que para bien o para mal, se habla de la banda en todas partes, eso es bueno, siendo un indicador de que van al alza, y algo muy importante, cada uno hace su análisis y se generan diferentes debates.
Acabo de verles en el Azkena…. y unánimemente,…son muy buenos. Ya me acojonaron en 2011, y todavía nos hacen vibrar. Canciones y oficio les sobra…
A mi me gustaron mucho. No les veía desde hace mil años, creo que precisamente desde un Azkena de hará ¿15 años?. Me desconecté de ellos hace la tira, pero su último disco ha captado mi atención y he vuelto a subir al barco. A tope con Josh!