Con un nombre tan demoledor resulta imposible no querer que te gusten estos elementos. No hay que esforzarse demasiado, nada más pinchar el disco una horda de roedores de tamaños titánicos toman el mando de tus emociones: ojos en blanco, boca babeante… y el juez de la muerte demoníaca cabalga.
Sólo con la exposición anterior deberías tener suficiente para correr a pinchar a estos finlandeses (locos de atar) pero si aún necesitas un pequeño empujón más fíjate en el portadón! Reconoces de qué peli está sacado el frame?
Correctísimo, Top Secret Opening Scene, un tributo con el que comulgamos al 100%. Todo encaja, no?
Si nos adentramos en las entrañas de la béstia nos encontramos con una portentosa maquinaria sludgy, amarada de bluesy groove, ladridos de perro rabioso contra una muralla (meada y grafiteada cerdamente) de sonido. Estos es amigos y amigas la mierda que nos hace poner de pie y aplaudir.
Desde ese arranque demencial llamado 90’s Violence, la fiesta esta servida. Te puedo soltar una retahíla de metáforas y adjetivos rebuscados para mostrar mi (nula) capacidad de análisis pero el resumen sobre esto es que suena jodidamente real, brutalmente sucio, peligroso y violento.
Como puedes ver, el clip que promociona 90’s violence, es una absoluta delicia que venera las pelis de acción de los noventa: Point Break (Kathryn Bigelow)+ Heat (Michael Mann) + Face Off (John Woo) +Mal gusto (Peter Jackson ) y otras que se me escapan: cada detalle suma más y más en el haber de la banda.
Me siento abrumado ante la capacidad de este cuarteto, hasta ahora desconocido por mi, por inyectar emociones desde el primer guitarrazo hasta el último beat de batería, y ese bajo, mamma mía, ese bajo que nos pone firmes como nuestra idolatrada Kat Moss. Y es que todo parece ungido por los demonios más lúbricos, depravados y socarrones del maldito infierno.
Transitamos de brutalidad en brutalidad, el VU Meter siempre al rojo y, cuando parece que no puedes ir más arriba, Goner llega y te lleva a la más exquisita de las salas de tortura: sucia, pegajosa, intratable.
Dead Dogs te arrastra por el fango, por el polvoriento desierto plagado de cactus dejando el cuerpo llagado, crucificado hasta la sorpresa del álbum: I Realize that …Now donde la banda realiza un ejercicio bluesy, stoniano, sabbathiano que te parte…. eso mismo. Sinceramente esto no lo esperaba y me ha dejado perplejo. El reposo del guerrero en su forma más psicodélica, un portal a otros mundos dónde el billete de entrada es un mántrico lamer la espalda del sapo rey.




Pero si creíamos que la maquinaria paraba estábamos equivocados: el demonio sobre ruedas se pone en marcha de nuevo para firmar Spliffhanger una especie de epopeya lenta, pesada que hace atronar los altavoces, te descompone el alma y aniquila el sentido. Amig@s tod@s, este álbum ya os digo que lo encontraréis en el top anual.
El último clavo en el ataúd, Absolutely Launched, vuelve a reducir la marcha. Un juggernaut inclemente, una máquina que auay!plasta sin piedad todo lo que se planta delante de él, maravilloso cierre para un disco memorable. Esta sección nació con un propósito: llegar a Demonic Death Judge.