Qué está pasando en la redacción de SPD? Ricky saca nuevo disco y aquí nadie agita las teclas? Mal, mal! Vamos a darle solución a ésta anomalía en forma de raw review.
El inicio es devastador Angel of Desolation arranca con tremendos guitarrazos que me ponen los dientes largos. Leí por ahí que se trata de un tema autobiográfico sobre su proceso de dejar el alcohol hace unos años, las malas decisiones que tomó estando mamado. Sea como sea, este tema me gusta: es sólido, rocoso con buen estribillo.
Rise and Grind cambia algo el tercio, más sosegado pero el bajo suena demoledor y Charlie Starr (Blackberry Smoke) desata los infiernos con unos guitarrazos mayúsculos para un tema oscuro que mejora un inicio ya de por sí prometedor.
Cuando llegamos al tercer corte nos topamos con uno de los singles: Don’t leave Me In The Dark. Éste es uno de los motivos por los que no fui corriendo a escuchar el álbum cuando salió el pasado 14 de marzo. El dueto con Lita Ford me baja el suflé, poco inspirado y algo pasado de azúcar… vamos que podría sonar en cualquier escena de bar con cuarentones privando en una peli yankee de las 4 de la tarde.
Y después de la bajona, un poco de Thin Lizzy pattern para otro tema que suena a otro dia en la oficina. Ricky tío, danos algo más! The Crickets Stayed in Clovis te hace mover el pie si tienes el disco de fondo pero no te hará correr a subir el volumen y fliparte. No es un mal tema, como si me parece el anterior, pero realmente no me interesa, espero algo más original, algo más personal.
Billy Duffy itself es el invitado para el siguiente tema. La historia de Billy y RIcky se remonta a los primeros días de The Almighty cuando Billy y Astbury se presentaron en un concierto de aquéllos y quedaron con el culo torcido con la energía, carisma y temas de la banda. Por desgracia este Don’t Sell Your Soul to Fall in Love no aporta demasiado ni Duffy destaca demasiado aunque regala un solazo el tema no acaba de despegar. Missed shot.
Nos estamos diluyendo como azucarillo en cuchara de yonki… Dead and Gone inicia con un excerpt de un tal Ginger Jesus (desconozco la referencia) parece que levanta el vuelo de nuevo y la intensidad inicial desemboca en una nostalgia electrificada que me gana, atrapa, levanta y hunde en negros días.
Tremendos guitarrazos sacuden los speakers, azotados bajo la inclemente guitarra de Billy Duffy seguimos en senda alcista, cosa que me alivia y reconforta, en general cuando más oscuro se pone Warwick mejores resultados obtiene, de hecho este Hell Of Me and You me parece de lo mejor de lo presentado hasta ahora, quizás sea porqué algo de poso almightiano rezuma por los poros del tema. Sigamos…
Cocodrile Tears arranca más luminoso, guitarras más limpias y claras, simple estribillo con buen hook, bien, Ricky, hostias, bien!
Estamos ya encarando el final del disco, el camino abierto, luminoso y sin torturas siguen su curso con Wishing Your Life Away sin apasionarme le damos el visto bueno, probablemente sea mejor en siguientes escuchas, pero esto es raw review fellahs! A corazón caliente y tecleo rápido!
The Town That Didn’t Stare retoma el pulso para completar el círculo eléctrico que empieza con Angel of Desolation, un buena composición con un machacante beat de batería que no deja caer la intensidad ni un solo segundo. Probablemente hubiese sido un temazo de haber estado en Psycho&Narco o The Almighty ( los discos más flojos de The Almighty). Aquí suena muy bien, demostrando que Ricky aún tiene fuelle para rato.
En definitiva, y para cerrar esta raw review: esta nueva entrega de las aventuras de Warwick (sin sus Fighting Hearts) no pasará a los anales de su biografía pero tampoco vas a querer pegarle fuego. Para completistas, estás tardando en pillarte el álbum; Si no lo eres no vas a perder el tiempo escuchando el disco en plataformas: es un buen disco en términos generales pero no encuentro nada que me haga dar botes. Me da la sensación que en unos años nadie le prestará mucha atención a este nuevo material aunque durante unas semanas es probable que vaya entrando en la rueda de discos escuchados.
Anyway, un nuevo disco de Ricky es motivo de celebración y aunque no sea el mejor de su carrera, desde esta tribuna le damos un thumbs up! Keep on rockin’ bloke!