Aerosmith – «Love in a Elevator» by Sammy Tylerose
«Oh, good morning Mr. Tyler. Going down?» Con esas lujuriosas palabras de ascensorista arranca «Love in a Elevator». Una canción que contiene uno de los mejores inicios, riff, estribillo, videoclip y, por supuesto, solo de la historia. La canción total de Aerosmith.
La orgía guitarrera se inicia en el minuto 1:45h, cuando Brad Whitford y Joe -más fuckin’- que nunca Perry se desatan durante los 45 segundos de rigor que puede durar un solo digamos «estándar».
Durante un interludio parece que la estrofa está al caer; pero no, los dos hachas atacan de nuevo con un lascivo solo de corte bluesy, momento en el que Steven Tyler aprovecha para follarse al escenario.
Tras 1 minuto y medio de gozo guitarrero, Mr.Tallarico espeta un arrastrado «Going down» que parece finiquitar el tema. Pero tampoco. Las 12 cuerdas -6 por barba- reanudan las hostilidades durante 30 segundos adicionales hasta llegar a un total de 2 minutazos de solo. Algo maravillosamente anómalo en un single millonario de la era MTV (otra memorable excepción sería «Still of the Night» de Whitesnake).
Temple of The Dog – «Reach Down» by OscarFS
Podríamos decir que Mike McCready y Jerry Cantrell podrían ser los dos guitarristas con más personalidad de la escena de Seattle. Ambos venían de la escena Hard Rockera e incluso Sleazy y, si bien Cantrell tiró hacia el lado más duro, McCready aplico un plus de su estilo a la música de Pearl Jam.
Si bien en la actualidad McCready parece un miembro al servicio de una banda de leyenda y su clase ha quedado relegada a la propuesta en directo, en la primera mitad de los noventa sus solos alargando en directo canciones como “Black” o “Porch” simplemente eran magia.
Esa magia seguía intacta en composiciones posteriores de Pearl Jam como “Smile” o “Nothing At The Seems”, donde los punteos te trasportaban directamente al blues bien entendido. Pero al margen de su banda madre, McCready desarrolló su faceta de “lead” guitar de forma magistral en proyectos como Mad Season y Temple Of The Dog.
El proyecto homenaje a Andrew Wood (Mother Love Bone) sencillamente es de los mejores discos que puedas escuchar en tu vida y se incluyen composiciones de unos músicos en estado de gracia y por supuesto desarrolladas de forma espectacular.
Los algo más de 11 minutos de “Reach Down” son el perfecto ejemplo de lo comentado anteriormente y donde todo encaja, incluyendo un solo de guitarra de McCready en plena inspiración y donde sus notas fluyen entre la voz de Cornell y con un Matt Cameron simplemente perfecto en la batería.
Thin Lizzy – «Suicide» by Sammy Tylerose
Y pensar que durante muchos años no me acerqué a la música de Thin Lizzy por culpa de la forma de cantar de Phil Lynott. «Ese tío no canta, recita ... no me van«, esa solía ser mi excusa ante la incredulidad de los colegas. Flipa.
«Suicide» forma parte de «Fighting» (1975), el álbum donde empieza «lo bueno» de Thin Lizzy. El disco donde las guitarras gemelas de Scott Gorham (24 tacos en aquel entonces) y Brian «Robbo» Robertson (19 añitos), que habían entrado en la banda en el previo «Nightlife» (1974), consolidaron su sonido eterno.
«Fighting» es un manjar para los amantes de las guitarras dobladas, todos sus temas cuentan con desarrollos instrumentales encomiables. Por quedarme con alguna de sus 10 joyas -aunque cuesta no decantarse por «For Those Who Love To Live» y su final que es puro thriller-, escojo la mencionada «Suicide» que, más que una canción con solos, es una sucesión de solos con unas pocas estrofas intercaladas.