Habían pasado algo más de cuatro años desde que la banda de Austin Texas no se acercaba a Barcelona, en aquella ocasión, presentaban un disco como “Death Song (2017)”, el show fue directo, al igual que el disco que presentaban, pero se les tildo de escatimar en su minutaje. Desde ese día, han pasado muchas cosas, por lo que centrémonos en el presente, el cual corresponde a la gira de su flamante nuevo trabajo “Willderness of Mirrors (2022)”, un disco largo, que engloba muchas de las sonoridades sobre las que se mueve la banda y que está estructurado de una forma muy equilibrada.
Esa buena estructura citada anteriormente de su producción en estudio, es la que lastra algo sus directos. El porcentaje de nuevos temas y la duración de los shows (rondando la hora y tres cuartos) es generoso, aunque curiosamente ese puede ser el punto débil, ya que como decíamos el set tiene altibajos de intensidad que generan que no acabe de ser lo dinámico que todos queríamos y que por lo tanto no acabe de explotar. A una banda como The Black Angels, se le presupone la excelencia (o al menos en mi caso, ese es el nivel que les pido), y más con una colección de temas como los que tienen.
Pero bueno, lo ofrecido es mucho y de calidad, y sobre todo que no se me malinterprete, es altamente disfrutable. Si analizamos su ubicación sobre el escenario (mirando desde el escenario hacia la audiencia), evidenciamos que en la parte derecha nos encontramos con la potencia de Stephanie y la distorsión guitarrera (deberían haberle aplicado más volumen a su instrumento) de Christian, en su parte izquierda con la base de guitarras aportando el punto Psychrock de Jake y Ramiro, y por supuesto en su parte central nos encontramos a Alex, con esa voz nasal entre Morrison y un chamán del desierto, en su caso un poco más de volumen en su voz tampoco hubiera estado mal.
Como decíamos, el groso de su set se basa en su reciente trabajo, donde elementos rockistas más básicos como “El Jardín”, se emparejan con otros más oscuros de “Icon” o bien con madera de hit single como “Empires Falling”, y que debería llevarlos a otro nivel, aunque solo fuera dentro de su escena. El otro trabajo de referencia es su debut, “Manipulation” y “Black Grase” son auténticos clásicos y nunca pueden faltar a la cita, que junto con un rápido repaso a su discografía arman un setlist de más de un par de decenas de temas. El show finaliza con la sensación general de satisfacción, pero con otras sensaciones de recorrido para la mejora, sobre todo en ciertas partes del mismo, que, ajustándolas debidamente, deberían alcanzar el estado de excelencia. Sin duda repetiría para comprobarlas.
