La escena de conciertos de club de rock de la ciudad (o lo que queda de ella, claro), necesitaba un show como el de The Hangmen en la sala Upload. Un chute de realidad, junto a una buena patada de normalidad, volver a verse las caras y saber que todos siguen allí para retomar todo de nuevo.
No se me ocurre mejor que una banda como The Hangmen para ese supuesto nuevo punto de partida, luchadores durante un buen puñado de años al 200% y de esas que solo disfruta(mos) una exclusiva minoría. El olor a callejón sucio de Los Ángeles y la actitud pandillera, se enfrentaba a un público que se veía obligado a permanecer sentado, cosa que apenas duro unos pocos temas, dotando de fluidez añeja y “normal” al evento.
Bryan Small, Angelique Congleton, Jimmy James y Jorge Disguster, demostraron estar realmente en forma y ser los primeros en querer formar parte de todo aquello de manera muy intensa. Llevaban un buen puñado de fechas entre Francia y España, y se notó que estaban realmente rodados, sonando de forma engrasada. Las guitarras se asocian tan bien una con la otra, que generan ese punto Hard “Slide” como sello de identidad.
Presentaban su nuevo álbum “Cactusville (2020)”, al cual acudieron hasta en cuatro ocasiones, y estructurando un setlist que se repartió entre todos sus discos, pero mirando a sus primeras obras. “Downtown”, “I Luv U” podríamos decir que son clásicos propios, aunque “Train” (su colaboración con Mike Ness), encajo a la perfección en el inicio del set para enchufar al personal.
Fue otro clásico como el “Russian Roulette” de The Lords Of The New Church, el que supuso el fin de la primera parte del show, la banda lo interpreta a toda pastilla y le aplica ese filtro «Cowpunk» que lo hace imbatible. El bis ya fuera de set list se alargó hasta cuatro temas y tanto la banda como el público se sintieron como que podian seguir allí hasta el infinito.
Al acabar el show, solo había buenas sensaciones y de un nuevo punto de partida finiquitado, pero con las ganas de que llegue el siguiente. La banda se dejó caer entre los fans para fotografiarse, recordar anteriores giras que pasaron por los clubs de la ciudad y hasta pudimos sacar la «exclusiva» de Jimmy James que volverá en primavera con Junkyard, banda de la que también forma parte y que pertenece al mismo universo de The Hangmen.
Qué lujazo de concierto tuvo que ser camarada Oscar!!!, siempre he sido muy die hard fan de Bryan Small y su Cactusville es una auténtica joya que me tuvo muy obsesionado en confinamiento y los meses posteriores a él… ¡lo relaciono con aquella época tío!, los necesitaba mucho.
Me alegro que todo vuelva a la normalidad y que el estar sentados durase tan poco! ja, ja,ja
Suscribo tus palabras, Óscar! Un placer compartir velada. Aunque The Hangmen no sean una de mis bandas de cabecera (no pq no me gusten, si no pq no les he dedicado el tiempo necesario), pasé un gran rato en la Upload.
Eso sí, lo mejor de tu post es la noticia del retorno a la Península de Junkyard! Yeah!