Tocar la Masia, tocar el Barça para tocar temas más profundos como la búsqueda del propio yo, la obsesión por ser aquéllo que crees que quieres ser pasando por un campo de violencia, dudas, reafirmación. Un ataque a la línea de flotación de una de las señas ya no solo del equipo de fútbol que fue más que un club si no también a un símbolo de Catalunya, a un símbolo o, mejor dicho, una meta para muchos niños y niñas como es La Masia. Todo ésto y algunas cosas más es Triomfador. Un torpedo.
Vamos.
Ulises es el protagonista del libro y, en el nombre, está implícito el periplo, el viaje, la ida y vuelta. Arrancando desde los inicios de la adolescencia del protagonista el libro describe, sin juzgar, las peripecias de un joven que vive la llamada de aquéllo a lo que muchos aspiran: ser llamados por el Barça, primer peldaño para triunfar en el mundo del deporte y convertirse en (otro) ídolo más.
Primeros años 90, un tierno Ulises llega a La Masia com promesa del baloncesto. Lo que pareciera ser el inicio de la felicidad se convierte en la puerta de entrada a un mundo hipermasculinizado, con las hormonas en plena efervescencia y en el que impera la ley de la selva. Todo esto sirve para hacer un viaje en lo más oscuro del alma, el viaje de creación de la personalidad en que la inocencia se deja atrás (a patadas) dejando un corazón duro como un piedra. La redención estará en otro reverso del deporte.
El libro me ha fascinado a varios niveles, en primer lugar el emocional que es el más evidente ante la brutalidad de lo que se vive por las noches en la residencia deportiva, los que subyacen como la contraposición de la vida en el exterior, el enclaustramiento, el aislamiento. Como se descubre la sexualidad a mediante las prostitutas transexuales que transitaban por los aledaños del camp nou y que estaban a solo una reja de distancia de los chavales. Y también como al rascar un poco en los símbolos se ven las grietas en instituciones y lugares soñados y elevados a los altares por todos. Y finalmente la descubierta de qué quizás lo que más nos puede hacer felices no es aquéllo que se supone que es a dónde queremos llegar si no lo que después de una Ilíada personal, cuando Ulises llega finalmente a Ítaca, roto y vencido, dejando atrás la inocencia, y entrando en la edad adulta, encuentra como puerto donde refugiarse de la tormenta.
Todo funciona en este libro, el uso del presente contado en tercera persona y sobre hechos del pasado, las referencias deportivas de la época. Sin importar demasiado si te gusta el deporte en general, el fútbol o el baloncesto en particular, éste es un libro grandioso que haríais bien en leer.