10+3 de MetalN3rd

Discos

10. «Titans of Creation» de Testament: fueron los cabezas de cartel del único show en vivo al que acudí en 2020, con un Chuck Billy disfrutando aún como un chiquillo, y sólo por eso merecen estar aquí. No es su mejor disco, pero mantiene el nivel de sus dos anteriores entregas.

9. «Hollow Earth Theory» de Incinery: afortunadamente, y que no se me mosquee ningún compañero, no todo son bandas de NWOCR en la pérfida Albión. Aunque reducido, un bastión aún resiste enarbolando la bandera del Thrash Metal por aquellas tierras. Es el caso de este quinteto de las Midlands, quienes con su segundo larga duración cargado de estratosféricos duelos de guitarra se han ganado la novena plaza. Ecos de Exodus y Slayer (en más de un riff) y Pantera (sobretodo en la voz, lo más flojo del combo) garantizan una buena sesión de headbanging.

8. «Hallelujah» de Maryann Cotton: el nieto no reconocido de Alice Cooper es otro escandinavo del nabo; y lo digo así porque hay que tenerla muy gorda para hacer lo que hace. A medio camino entre el más sincero homenaje, el plagio descarado, y una banda-tributo (en vida, además -lo cual no sé si es peor o mejor que hacerlo ante el cadáver-), su cuarto disco suena igual de bien que los anteriores. Esto sí es un guilty pleasure y lo demás, tonterías.

7. «Delirium» de Hazzerd: ya hablé de ellos por aquí al inicio de la pandemia, así que, si seguiste mi recomendación, aún debes estar buscándote las pelotas por casa. Todo un delirio Thrasher.

6. «Even the Devil Believes» de Stryper: tras su anterior tropiezo la banda capitaneada por Michael Sweet entrega uno de los mejores discos de su historia. Poderoso e intenso, da que pensar cómo sonarían si en lugar de cantarle al de Arriba lo hiciesen al de Abajo… No apto para beat@s ni moñas.

5. «American Made» de BPMD: pocos discos de versiones recuerdo que me hayan enganchado tanto como éste… ¡Demasiado para el cuerpo! (Bobby) Blitz, (Mike) Portnoy, (Mark) Menghi y (Phil) Demmel ponen las iniciales de sus apellidos al nombre de este proyecto para rendir tributo, con sonido thrash-metalero, a una decena de clásicos del Hard Rock setentero. Espero que no se quede en flor de mayo y publiquen varias secuelas.

4. «Scorpio» de The Atomic Bitchwax: el trío de New Jersey sigue a lo suyo, editando una nueva ristra de canciones perfectamente intercambiables con el resto de su discografía. Nada que objetar, a fin de cuentas nadie suena como ellos. Su estilo hipervitaminado, vertiginoso y catchy sigue ahí. Ojalá se prodigasen más y publicasen cada año.

3. «Dead» de Hank Von Hell: el amigo Von Helvete sigue riéndose hasta de su sombra. Autoparódico (o no), para su segunda entrega en solitario aparca el high energy escandinabo para lanzarse de lleno a un sonido próximo al de sus compatriotas Wig Wam. Seguro que el acercamiento 80s de sus ex-compinches Turbonegro en «Rock’n’Roll Machine» tuvo algo que ver en esta reorientación, pero, oye, ningún problema para mis partes.

2. «Empire of the Blind» de Heathen: once años han tenido que pasar para que un nuevo disco de Heathen me haga levantar las orejas. Si su anterior entrega sigue pareciéndome lastrada por temas con exceso de minutaje (en su rodaja «Victims of Deception» eso no supuso un problema) y, sobretodo, una inspiración a medio gas, en este «Empire of the Blind» han corregido esos errores facturando una colección de temas concisos que hacen que la escucha pase como un tiro.

  1. «We’re the Bastards» de Phil Campbell and The Bastard Sons: es una lástima que hayamos tenido que esperar a la desaparición de Mötorhead para que el mano derecha de Lemmy durante 30 años se haya lanzado por su cuenta (por partida doble, además). Tras su debut en solitario de 2019, vuelve acompañado por segunda vez de sus churumbeles, ofreciendo 13 nuevos cortes a la altura de los incluídos en «The Age of Absurdity». Unos cabronazos, sí, señor.

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