Concierto homenaje a «Purple»de Stone Temple Pilots – Sala Upload – Barcelona 19/01/24

Si eres un veterano de guerra, seguramente recuerdes los shows «Pesadilla antes de Navidad» en los que la banda Kings for a Day, una vez al año en vísperas de Fiestas, rendía tributo a discos esenciales de la era alternativa en la sala Garatge. Fue a caballo entre finales del siglo pasado y principios del presente.

Yo estuve en los homenajes al «Unplugged» de Alice in Chains, «Ten» de Pearl Jam, «Soup» de Blind Melon o «King for a Day» de Faith No More, en el que el mismísimo Billy Gould, bajista de FNM que estaba de vacaciones en Barcelona, subió al escenario.

Sin duda, veladas muy especiales a las que probablemente también asistieron los hermanos Edko Fuzz y Marc Rockenberg. Animadores de la escena local desde hace más de 20 años, ya sea al frente de bandas como Rags to Richez, Valiumbitch o Fuzz Forward, o llevando las riendas de la promotora/discográfica Red Sun, tuvieron la buena idea de recuperar el espíritu de las «Pesadillas» con un homenaje a «Purple», el inconmensurable segundo disco de Stone Temple Pilots.

No soy amigo de los grupos tributo, pero esto es otra cosa. Un grupo de amigos que se reunen, sólo por una noche, para celebrar la grandeza de un álbum y de la banda que la parió. Y con la garantía de seriedad de sus organizadores. No me lo iba a perder.

Quedaba la duda de si mis conciudadanos también habrían sentido la llamada. Más si tenemos en cuenta la climatología adversa (primer día de lluvia en meses en BCN Dry City). Afortunadamente, la nostalgia grungie ganó el pulso a la pereza y la sala Upload presentó una buena entrada.

Por cierto, al majo ambiente contribuyó una nutrida representación de la comunidad latina de la ciudad. Es sabido que en esas latitudes amáis el RN’R, pero tíos, soleis ser invisibles. Pisad las salas más a menudo, joder, que con el público WOC (White Old Catalan) no basta.

Mentiría si dijera que esta «no name band», que contaba con todo un James Vieco (Saturna) a la guitarra, salió a matar. Sirvió la inicial «Meatplow» como toma de contacto y «Vasoline» para quitarse el corsé (parca en el caso de Marc, su vocalista). A partir de «Lounge Fly» y, especialmente, la cacareada «Interstate Love Song», todos, encima y debajo de las tablas, empezamos a sudar, el alcohol hizo efecto y todos nos dejamos llevar.

Que el homenajeado es una obra magna es vox populi, pero también te digo que no es un disco que suela rescatar en mi día a día, por lo que me sorprendió la cantidad de temazos que contiene/fueron cayendo. «Pretty Penny», «Silvergun Superman», «Big Empty» … ¡»Purple» es canela fina! Y la banda, que le hizo justicia, claro.

Finalizada la intepretación íntegra del ábum y tras el break pertinente, llegó la hora de los «other hits» prometidos por el cartel. Con Vieco en modo guitar hero y Rockenberg ya desatado como frontman, picotearon entre el resto de la discografía de STP con «Down» (inicio de «4»), «Bing Bang Baby» (single de «Tiny Music…») y ese mega rush final con mi favoritísima «Wicked Garden», «Plush» y «Sex Type Thing», trío de gemas de su legendario debut.

Lo suyo hubiese sido añadir también «Dead & Bloated», «Creep» o «No Way Out». O por qué no, rescatar algo de «Shangri-La Dee Da» o el homónimo de 2010, o … pero en vez de los 90 minutos nos hubiésemos ido a las 3 horas y tampoco hacía falta.

Enhorabuena a la banda por la iniciativa y el fenomenal resultado. Para la próxima, ¿verdad que sería bonito un «Superunkown» de Soundgarden?

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