Adiós verano, hola otoño. Las estaciones van y vienen, pero vuestros Cool 5 permanecen. No importa lo que indique el termómetro, los perros amaestrados de SPD escarban sin cesar para traeros lo mejor. Como el trallazo de Billy Idol, que triunfó en la pasada edición con el permiso de King’s X, cuyo comeback hizo sudar de lo lindo al punk de platino. Enhorabuena a ambos.
Pirómanos de la guitarra, rockeros con acné, vaqueras de nuevo cuño, dandys británicos y damas sureñas, tenemos lo que tu quieres. Como siempre, será tu voto al final del post el que determine la mejor canción del momento.
Troy Redfern – «Gasoline»
Si tienes la edad adecuada y resides en este lado del Ebro, probablemente recuerdes la antológica actuación de Eric Sardinas en un programa de Buenafuente de TV3, donde el increíble blueseman hacía arder, literalmente, su steel guitar.
Cuando contemplas a Troy Redfern, es inevitable que el bueno de Sardinas te venga a la cabeza. Steel guitar, melena oscura, vestimenta de rock n’ roll outlaw del Oeste, sonido hard-blues rock bombástico … la inspiración es evidente. Y nos alegramos, pues tipos de esa calaña son necesarios. Más si se las gastan con «Gasoline», apertura de su reciente «The Wings of Salvation». ¡Quema!
Robot Monster – «Get Somewhere»
Los power duos mola la hostia. La semana pasada teníamos a los hijísimos Ulrich con su banda Taipei Houston y esta semana seguimos bajando la media de edad de la sección con dos chavales, Will y Logan, que con guitarra y batería y la furia propia de la juventud se las arreglan para revitalizar el rock alternativo noventero. De nuevo la pandemia sale a relucir y es que estos dos se empeñaron en rockear duro las redes sociales y, tanto ruido hicieron, que al final se les escuchó. Jacquire King les ha producido el EP homónimo y este tipo algo sabrá habiendo currado con Tom Waits o Kings Of Leon, no?
Para muestra este «Get Somewhere». En un QOTSA meets Soundgarden y unas melodías de lo más pegadiza, su popuesta resulta refrescante, vigorizante y tremendamente adictiva. En otro de los singles una curiosa mezcla de space rock y ecos a Blue Öyster Cult (Cargo Cult) hacen que una sonrisilla se plante en tu careto. Ya han girado por USA con The Bronx y Stone Temple Pilots. Tablas no les faltan y les sobra energía para zamparse los escenarios. Híncale el diente al EP del mismo nombre y ya nos dices!
Margo Price – «Change of Heart»
Margo Price, la Barbra Streisand de nuestra generación, es la cowgirl de moda. Aunque bien escuchada, su música tiene más de Fleetwood Mac 70’s que de Wanda Jackson o Dolly Parton. Por mucho que adorne los clips con sombreros, caballos y botas.
A Margo se le ha visto recientemente arropando al Heartbreaker Mike Campbell en la guapísima «State of Mind«, por lo que no me estaré volviendo loco si «Change of Heart» -adelanto de su venidero «Strays» (enero de 2023)- me suena a Tom Petty. Deliciosa.
Suede – «That Boy On The Stage»
Lejos de acomodarse en giras que replican mejores épocas, Suede ya tienen preparado nuevo material. «Autofiction» salió a la venta el 16 de septiembre y está claro que esas giras retomando sus primeros discos les ha dado un chute de energía.
«That Boy On The Stage» suena crujiente, guitarrera, cargada de harmonías vocales, de percusión potente y con ese tono de Brett Anderson más agudo. Para muestra su clip de presentación en directo, en formato club pequeño, demostrando como funciona en sus shows.
Adia Victoria – «In the Pines»
Los presentes en el pasado Azkena hablan maravillas de esta muchacha de South Carolina. Se ve que su show fue algo bastante especial. Abanderada de la nueva oleada de roots music americana que tanto está dando que hablar -al menos en determinados círculos-, Adia Victoria luce galones desde que en en 2021 lanzara «A Southern Gothic», un tremendo compendio del mejor soul-blues-folk-rock que coletea por Dixieland.
En 2022 ha publicado dos singles, la pantanosa «Ain’t Killed Me Yet» y la pastoral «In the Pines», una preciosidad que cierra la selección semanal y que elevará tu espíritu. Y a pesar de su título, nada que ver con el clásico de Robert Johnson que cerraba el «Unplugged in NY» de Nirvana.
