Cunningham: The Cool Player.

El Real Madrid en su web describe a Laurie Cunningham como: Un delantero elegante, habilidoso, letal y veloz. Los tres últimos adjetivos, los podemos aplicar al futbol, el de verdad, el de los años 80’s, pero el primero lo podemos aplicar a muchas otras cosas, como el estilo y gusto musical del ingles.

Cuenta a leyenda que Cunningham fue el primer jugador negro en fichar por el Real Madrid, pero lo cierto es que Waldir Pereira fue el que tuvo ese honor en 1958, pero asustado por todo lo que le envolvía, ni se llego a vestir de corto. Así que le otorgaremos ese titulo a nuestro protagonista, o como mínimo el de primer jugador inglés del equipo blanco, y que dejo huella, con una liga y dos copas del rey entre los años 1979-1983.

Pero tranquilos que esto no es una web de futbol, aunque el futbol de los 70’s , 80’s y 90’s daría para muchas historias que dejarían a las Rock Stars como niños de parvulario y si Mario Kempes, calificó el control del balón de Cunningham a toda velocidad como el mejor que jamás había visto, por algo será.

Lo cierto es que independientemente del futbol, la música Soul, y bailar en las discotecas con bellas mujeres eran otra de las pasiones del futbolista, y a pesar del ambiente ultra racista de la época (el Arsenal renuncio a su fichaje por ser negro), Cunningham se dejaba caer sin problemas por los clubs londinenses más Underground. Todo esto, implicaba que se presentara tarde en los entrenamientos, y que cuando llegará, lo hiciera con un «look» nocturno de pantalones campana o sombrero de ala ancha en lugar del chándal del club.

Pero su nivel era superior sin esfuerzo, y aunque las lesiones le atacaron en su etapa madrileña, esto no le impidió salir a las discotecas de la capital con un tobillo enyesado (la prensa de la época dio buena cuenta). De todo esto y mucho más, tenemos información en el libro «Diferent Class; The Story of Laurie Cunningham», lectura realmente interesante, y que deja claro que las estrellas deportivas actuales son una autentica broma corporativa. Desgraciadamente, esa vida, siempre va ligada a la inestabilidad y después de pasar por varios países y clubs volvió a Madrid, en concreto al Rayo Vallecano, para jugar en segunda división y donde desgraciadamente murió en un accidente del coche que el mismo conducía en 1989.

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