El rock n’ roll siempre ha ido asociado a la suciedad. Sexo marrano, dinero de origen dudoso, altas traiciones, falta de higiene … a los/as rockeros/as les gusta sucio. Así que puestos a montar una banda (o una web), ¿por qué no añadir un «Dirty» en el nombre para darle un toque de distinción al asunto?
En SPD hemos decidido consagrar esta primera semana de mayo a un puñado de grupos, de todo pelaje, que tuvieron ese buen gusto (OK, y un poco de falta de imaginación). A lo largo de estos 7 días nuestro staff te irá recomendando sus Dirty bands favoritas.
Iniciamos la serie con el rock duro 80’s de Dirty White Boy!
La vida de Dirty White Boy fue corta. Tras solo tres años pasaron de formar parte del grupo de bandas de Hardrock ubicadas en Los Angeles que editaron un álbum en una grande (Polydor, en este caso) a desaparecer por escasas ventas, problemas internos, etc…
Podríamos considerarlos un supergrupo, sus miembros venían de bandas como Giuffria o Autograph y el líder era Earl Slick, que ya tenía una buena carrera como músico de estrellas como Bowie o Lennon.
Lo cierto, es que editaron un álbum de título homónimo que es una auténtica maravilla y que podríamos situar en el umbral de calidad del debut de Damn Yankees o de bandas pandilleras como Little Caesar. Aquí nos encontramos guitarras slide, Hard callejero sucio y, por supuesto, baladas de historias de corazones rockeros rotos.
