El método Joseph Gilgun

Joseph Gilgun. Seguramente este nombre te dibuje una cara de poker. ¿De quién coño hablo? Pero si te menciono Woody de «This is England», Rudy de «Misfits», Cassidy de «Preacher» o Vinnie de «Brassic», cuatro de los personajes más carismáticos de la TV que mola de la última década, ¿a que la cosa cambia?

Si la respuesta es negativa, cambia de canal. Digo, sigue leyendo, que te llevarás a la cama algo bueno.

Joseph Gilgun es un actor diferente. Con una personalidad marcada por un ramillete de transtornos mentales entre los que figuran la dislexia, la bipolaridad y el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y depresiones varias, Gilgun actúa por necesidad vital. Le mantiene alejado de sus conflictos interiores. Si no fuera actor, seguramente no duraría mucho entre nosotros.

Su agitado interior y ese flaco cuerpo cubierto de tatuajes talegueros de alguna manera han terminado encasillando a Gilgun. Y es que, en el fondo, siempre hace de sí mismo. Es el método Joseph Gilgun. Personajes dislocados que son el caos personificado, pero al mismo tiempo de una fragilidad y bonhomía más que evidentes.

Gilgun, segundo por la izquierda, en «This is England» … ¿perdona, tienes 20 duros?

Ahí está Woody, el pelado «bueno» de «This is England», peliculón (visto en el recién desaparecido Méliès Cinemes) sobre el florecimiento de la cultura skinhead -y su deriva ultra derechista- en la Inglaterra tatcheriana que fue todo un acontecimiento en su país. Tanto que ha generado diversas secuelas en forma de exitosas miniseries («TIE ’86», «TIE ’88» y «TIE ’90») en las que somos testigos de la evolución estética y personal de los personajes de la cinta original. Vamos, como un «Cuéntame» pero en bueno.

La fama lograda con «This is England» abrió las puertas de «Misfits» a Gilgun. Los responsables de la famosa y gamberra serie de inadaptados con poderes, todo un fenómeno planetario en sus primeras temporadas, tenían por delante una misión imposible: substituir al insustituible Nathan, la estrella de la función que abandonó el barco al final de la segunda temporada.

Rudy 1 y Rudy 2 enfundados en el legendario mono naranja de los «Misfits»

Y acertaron de pleno. El duplicado caradura de Rudy insufló nuevas energías al show y se logró mantener el tipo durante la tercera temporada. Lamentablemente, el declive de «Misfits» a partir de la cuarta temporada fue vertiginoso y el personaje encarnado por Gilgun fue de lo poco salvable, pero esa es otra historia.

Cuenta Seth Rogen, productor ejecutivo de «Preacher», que lo tuvo claro desde el primer minuto: «Era él. Él era el personaje escrito en el guión. Si miras a Joseph, parece que haya vivido 100 vidas, y probablemente haya hecho cosas de las que mejor no enterarse, pero, al mismo tiempo, es una de las personas más divertidas y cariñosas que te puedas encontrar. Justo lo que el personaje necesitaba«. Lo que os decía, la contínua e inevitable fusión entre Gilgun y sus personajes.

Cassidy & Preacher

Cassidy, el chiflado vampiro drogadicto de «Preacher», una auténtica rockstar que roba todo el protagonismo a sus compañeros de reparto. He leído y escuchado muchas críticas destructivas en contra de esta serie. Amargados todos. «Es que no respeta el cómic original en esto y lo otro…» Bullshit, «Preacher» es un entretenimiento cojonudísimo.

Y llegamos a «Brassic», el actual proyecto en el que está totalmente implicado nuestro buen hombre, pues a parte de dar vida a Vinnie, líder espiritual de la panda de cabezahuecas ladronzuelos de pueblo inglés, Gilgun es co-creador y guionista del show.

Como responsable máximo del tinglado, Joseph ha dotado de tintes autobiográficos a su personaje: bipolaridad, inseguridades, soledad … pero también la juerga y el desmadre, Vinnie tiene mucho de Joseph Gilgun.

«Brassic» cuenta con dos temporadas disponibles en Filmin y es muy recomendable para los amantes del universo Guy Ritchie. Chándals, pubs, escatología, robos, marihuana y mucho humor, ya sabes. Pero todo con el filtro amable marca de la casa Gilgun.

Por cierto, espectaculares cameos de Dominic West, el inolvidable McNulty de «The Wire», en un papel diametralmente opuesto a lo que nos tiene acostumbrados.

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