El número mágico en el Rock

Números especiales hay muchos. Por poner algunos ejemplos, de una sola cifra, el 6 (por ser perfecto); de dos, el 73 (por ser un Primo de Sheldon; sí, el tipo más rarito de la teleserie The Big Bang Theory), pero también su reverso, el 37 (que es rarito también de narices); de tres cifras, la pareja 220 y 284 (por ser amigos -y residentes en Matalascañas-); y de cuatro dígitos, podría hablaros del 1089 o del 3435 (también conocido como Número de Münchausen), pero por encima de todos ellos destaca el 6174.

¿Qué tiene de especial este número? Ahora te lo cuento. Pero si estás leyendo estas líneas es porque varias bandas de Rock (Ruock en un sentido muuuy amplio) se han hecho eco de su singularidad. Ahí están (o estuvieron) los británicos Kaprekar’s Constant con su soporífero prog rock de tintes folk (zzzzz), los astronautas holandeses 35007 (sí, tienen nombre de código postal), o los japos blackmetaleros Ordeal Path (mis preferidos).

Bien, vamos al turrón: piensa un número de cuatro cifras que no sean todas iguales (3333, por ejemplo, no vale). Si no se te ocurre ninguno puedes buscar un poco de inspiración echando un vistazo a tu colección de música.

OK, me espero.

No pasa nada, tómate tu tiempo.

¿Ya?

¿No?

¿Aún no?

No me seas vacilón, que tampoco tienes tantos…

You got it? ¡Ya era hora!

Tanto rollo y seguro que has pensado en alguno de estos tres: 1984, 1987 o 5150, ¿verdad? ¿O me equivoco? Si me he pasado de listo, da igual; cualquier otro número también me sirve.


Ni 1984, ni 1987, ni siquiera el 5150 son números mágicos (aunque de magia vayan sobrados esos discos), pero, partiendo de cualquiera de ellos, vamos a llegar a nuestro número misterioso (recuerda: 6174).

Empecemos con 1987: con los cuatro dígitos que lo forman escribimos el mayor número que puede obtenerse reordenando sus cifras (9871) y, al lado, el menor (1789). Ahora los restamos. ¿Resultado? 8082.

9871 – 1789 = 8082

Con esta operación no hemos obtenido 6174 -que es nuestro objetivo-, así que repetimos el proceso:

8820 – 0288 = 8532

Otro número insulso. Repetimos:

8532 – 2358 = 6174

Ya está, ahora sí hemos conseguido nuestro número mágico. ¿Y qué le hace especial? Pues que, si aplicamos sobre él el algoritmo anterior, el resultado nos lo devuelve tal cual. Así:

7641 – 1467 = 6174

Tal como se ha visto, tras el proceso de iteraciones contínuas que hemos seguido, hemos alcanzado 6174, lo cual le convierte en un punto de convergencia; es decir, una vez obtenido 6174 se entra en un bucle infinito del que ya no se puede salir. Lo más curioso de todo es que 6174 es el único número de cuatro cifras que tiene este comportamiento; no hay otro.

Bien, vale, hemos obtenido 6174 partiendo de 1987. ¿Sucederá lo mismo con el 1984? Vamos a verlo…

9841 – 1489 = 8352
8532 – 2358 = 6174

Vaya, pues sí. Y lo hemos conseguido bastante rápido. ¿Pasará lo mismo con el 5150?

5510 – 0155 = 5355
5553 – 3555 = 1998
9981 – 1899 = 8082
8820 – 0288 = 8532
8532 – 2358 = 6174

Sí, también, aunque aquí ha costado un poco más. El caso es que da igual el número que elijas, tras repetir el procedimiento varias veces, al final siempre se llega al 6174. Con 1987 han sido necesarios tres pasos, con 1984 sólo dos, y con 5150 la cosa se ha alargado un poco más: 5 pasos. Los estudiosos en la materia han demostrado que el número máximo de pasos a dar es 7. Nadie sabe porqué.

Por cierto, hablando del 5150, te comento algo curioso al respecto: como sabrás, en el disco «Mob Rules» de Black Sabbath hay una intro titulada «E5150» que, agárrate, significa «EVIL» (maldad). ¿Qué extraña cábala utilizó el loco de Geezer Buttler para convertir una palabra de cuatro letras en lo que parece un código secreto? Fácil: utilizó los números romanos. De esta forma: V=5, I=1, y L=50. Como a la letra E no le corresponde ningún número romano, pues la dejó tal cual.


Volviendo a nuestro número mágico, aún no se sabe si su recurrente propiedad obecedece a una razón profunda o no, por lo que, de momento, que el 6174 se haya ganado el título de «número más misterioso de todo los números» está más que justificado.

– Profe, ¿quién descubrió este número? – pregunta el listo de la clase.

– Me alegra que me hagas esta pregunta (y no ‘¿para qué demonios sirve esto?’), porque ayer dediqué 10 minutos para memorizar su nombre: Dattatreya Ramachandra Kaprekar, un matemático indio especializado en matemáticas recreativas (es decir, las que no valen para nada, pero a los que, como él, les sirve para pagarse los vicios), que en 1949 hizo el descubrimiento. En su honor, al número 6174 se le conoce como la Constante de Kaprekar, aunque hay quien lo llama «el número más arrogante».


No sé si por tener un nombre tan molón (como de peli de Star Trek) o por su carácter misterioso (y, por tanto, místico y esóterico) no es casual que varias bandas lo hayan escogido para diversos fines. Las nombré al principio, pero ahora hablaré un poco de ellas.

Kaprekar’s Constant: este colectivo (aún en activo) formado por veteranos de la escena prog londinense se bautizaron con la expresión por la que se conoce al número 6174. ¿La razón? No tengo la menor idea, pues en sus letras no hay mención alguna al mundo de los números. En cuanto a la música que practican… provoca las mismas reacciones que las mates.

 

35007: otro peñazo importante estos holandeses ya finiquitados, aunque lo suyo va por otros derroteros que los anteriores; a la etiqueta prog hay que sumarles las de stoner, psychodelic y ambient. Uff, no es lo mío.

En cualquier caso, el nombre de la banda me genera bastantes simpatías, ya que «35007», no sólo es el código postal de una población de Alabama (algunos miembros de la banda lo fueron de otra llamada The Alabama Kids), si no que, además, puede leerse como «LOOSE» si giras tu calculadora. Es lo que se conoce como lenguaje beghilos, una frikada importante que, en tiempos de confinamiento (o de simple apagón), te puede llegar a entretener lo suyo gracias a lo que se conoce como calculogramas.

El caso es que uno de los temas (instrumentales) de 35007 se titula «6174»:



Ordeal Path: harina de otro costal lo de estos japos (o japo a secas, que lo mismo es un proyecto one man army); su Black Metal instrumental al menos no me hace dormir. Hasta el momento sólo cuentan con un EP de tres temas, y son tan enigmáticos como el propio 6174. Por no tener, no tienen ni video en YouTube.

Tanto si crees que las propiedades mágicas de 6174 harán de ti el próximo Jimmy Page, como si piensas que todo esto es una chorrada, suscríbete a nuestra newsletter.

Salir de la versión móvil