Si tiramos la vista atrás, el concepto de evento que se montó para el show de Electric Chair, encaja a la perfección con los que se programaban en locales o ateneos como el Rock n’ Trini o Vallcarca, es decir puro Underground, pero puesto al día. Una banda americana con un par de bandas locales, con las únicas diferencias de que el público lleva mucha más tinta en su piel y la asistencia femenina se ha abierto paso con mucha decisión.
En el show de la banda de Washington todo paso rápido, o muy rápido, como en su álbum “Act Of Agressión (2022)”, generando que se despachara el mismo en poca más de media hora. Tiempo suficiente para que te empapes de sudor con denominación de origen de punk metálico, abrasivo, cargado de líneas de bajo que complementa un sonido afilado sacado de una guitarra Jackson (modelo Randy Rhoads) y del formato que aplicaban bandas como Germs (por poner un ejemplo básico).
El vocalista Dinah Corona, desarrolla su show entre saltos por el público y una actitud imponente y suicida, que choca con el tipo calmado que veíamos momentos antes y después del show en el puesto de merchandising, y que solo se verá calmado ante el problema del guitarrista, pero que le sirvió para tomar aire. Basta con chequear temas cargados de adrenalina como “Fatal Disease Pt. II” o “Security Camera”, para verificar por dónde van los tiros, pero, aunque sea en una mínima cuota dentro de sus shows, se puede observar un sonido más “extravagante”, y aquí cito como ejemplo a TY Segall cuando se pone más abrupto. En definitiva, un chute directo de energía siempre sienta bien.