Frankie & The Witch Fingers + Maragda. 01/07/2023. Sala Upload. Barcelona

El estilo musical que practican estos Americanos no esta dentro de mis estandares musicales, pero uno ha de ser abierto de miras y dar una oportunidad a nuevos sonidos y estilos.  De entrada, lo que escuche de lo que hay publicado, me entró bastante bien. Sonidos psicodélicos y lisérgicos e incluso funkies, una gran sección rítmica y aderezado con repentinos guitarrazos y una cierta actitud punk y garajera.

Previo al desmadre vivido, el trio barcelonés “Maragda” fueron los encargados de calentar al personal. Este trio ofrece un alt-rock en el que se mezcla el progresivo con el psicodelico, en el que priman más temas instrumentales que cantados, labor que realizan al unísono los tres componentes. Me dejó maravillado la labor del guitarrista Guillem Tora con  enormes desarrollos guitarreros bien acompañados por el bajo de Marçal Itarte y Xavi Pasqual a la batería.

Que me encontré cuando sonaron los primeros acordes de “Empire”, a aparte de que Dylan Sizemore ( guitarrista rítmica y voces)  hace un uso del reverb y tiene una peculiar forma de tocar la guitarra, que la gente se volvió loca al instante. Aquello se convirtió en un pogo constante que no paró hasta al final del concierto. Uno que se mueve en conciertos de onda más hardrockera, ( con una media de edad a veces próxima a la jubilación) en los que únicamente mueves de manera rítmica cabeza y pies, aquello me pareció una extraordinaria conexión músicos-público, con una media de edad muy joven y en la que el propio grupo buscó esa unión, pidiendo luces más tenues en el escenario. Y no digamos cuando venían los guitarrazos, el puto desmadre.

A nivel musical, y como no tenía muy interiorizadas las canciones, me sonaron como temas a tener en cuenta, “Electricide”, el nuevo single “Mild Davis”, “Dracula Drug” creo que punto álgido del bolo o “Sweet Freak”.

Final, con Dylan Sizemore despojándose de su camiseta al mas puro estilo Iggy Pop para atacar «I Wanna Be Your Dog» estilo Frankie and The Witch Fingers y mezclarse con el publico en un peculiar stage diving. La experiencia ya esta vivida y aunque me encontré un poco desubicado fue satisfactoria. Si vuelven no me pillaran desprevenido.

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