«Frenesí» (1972) de Alfred Hitchcok

Sabado noche. Apetece película. Nada de series reguleras, película y de las buenas. Un clásico, pero que no sea en B/N. Nada en contra del blanco y negro, pero creo que en esta ocasión me llevará a una indeseada somnolencia. La vista, el cerebro, me piden que el clásico sea en color.

Filmin es la casa de los clásicos. En las demás plataformas puedes encontrar alguna buena película que otra, pero la colección de obras maestras alojadas en Filmin es simplemente inabarcable. Sin duda, la suscripción que pago más a gusto (aunque luego apenas la amortice).

Tras media hora larga de indecisión, me decanto por una de las que no he visto de Hitchcock. Un título que no está entre los más populares del rey del suspense: «Frenesí» (1972). Conozco la temática y me atrae. Un psicópata anda suelto en el Londres de principios de los 70’s. Pinta bien y termino acertando. Te cuento brevemente el porqué.

«Frenesí» podría considerarse como el retorno a la serie B de Hitchcock tras varias décadas de esplendor hollywoodiense. Es una cinta low cost, rodada en media docena de escenarios sencilla, con apenas exteriores y protagonizado por un elenco inglés carente de estrellas. Y sin embargo, es una película tremenda.

Londres está aterrorizada por las violaciones y posteriores asesinatos del denominado psicópata de la corbata, cuyo apelativo viene dado por qué termina las faenas estrangulando con dicha prenda. Dick Blaney, díscolo caradura que no está pasando por su mejor momento, pronto pasa a ser el sospechoso de las atrocidades. Hasta ahí puedo leer sin caer en un exceso de spoilers, amigo.

Hitchcock durante el rodaje de «Frenesí»

No soy ni historiador ni erudito del séptimo arte, pero tratar este tema en 1972, el de los maníacos sexuales que violan y matan, tuvo que ser bastante novedoso y rompedor. Si me dicen que es la primera película mainstream que retrata de manera explícita este fenómeno, me lo creo.

Y el bueno de Alfred le echa un par de huevos, pues la escena del primero de los crímenes -de los que vemos cometer- es tremendamente impactante. Para que te hagas una idea, aunque diferente, se da la mano con la violación de «Perros de Paja». Los primeros planos alternos de villano y víctima son una pasada.

Curiosamente, el segundo asesinato es todo lo contrario. Pura sugerencia. No vemos nada. Y aún así, la escena, sin mostrar nada, es escalofriante y te destroza. El contraste entre ambas escenas es alucinante y las dos, a su manera, son magistrales a nivel técnico y emocional.

Siendo Hitchcock, el humor -negro o negrísimo en ocasiones- no podía faltar y las situaciones hilarantes son varias. Esos sketches hogareños entre el jefe de policía y su esposa recién aficionada a la cocina francesa no tienen precio.

La Soupe de poisson de la Sra. Oxford

Y siendo un cerdo como era Hitchcock -que se lo pregunten a Tippi Hedren-, aprovechando el destape generalizado de los 70’s, el film cuenta con unos cuantos desnudos gratuitos (cuidado con los spoilers, sátiro camarada) repartidos a lo largo de su metraje.

«Frenesí» es una pequeña gran película, un clásico menor que merece tu atención. Cool, atrevida, inteligente, trepidante … los piropos son muchos. Y defectos, sólo le encuentro uno: ya que la acción se sitúa en el London de principios de los 70’s, la película hubiese merecido una BSO acorde a las tendencias musicales imperantes en esa época en vez de unas melodías orquestales más propias de 1942 que de 1972. Aunque tampoco me imagino a Alfred Hitchcock escuchando lo más nuevo de Bowie, Zeppelin o Pink Floyd. Su universo era otro.

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