El eterno show pre-pandémico de FUZZ, el proyecto colaborativo de Ty Segall y Charles Moothart, finalmente se pudo realizar tras cancelaciones varias y por motivos varios. Ya sea por ese efecto, o porque Ty Segall es un artista que tiene de su lado a un amplio numero de seguidores, en cualquiera de sus vertientes, la sala presentaba un «Sold Out», que acompañado por el repentino calor invernal del exterior y la arrolladora propuesta de la banda, genero un show cargado de sudor y sin tregua, tanto para músicos como para publico.
El cartel se completó con la excelente banda de Los Ángeles HooverIII, que desarrollaron su propuesta cargada de riffs del lado más PshycoRock, pero mirando hacia el sol californiano. Fueron ejerciendo un show que poco a poco fue ganando en distorsión, por una banda compenetrada a la perfección y que dejo a todos convencidos.
Para el show de FUZZ no todo el mundo estaba preparado para lo que se venia encima, bueno parecía que algunos si eran «real» fans y se prestaron a la labor. La banda ejecuta su set prácticamente sin parones (alguno para saludar y beber cerveza), enlazando temas, cargándolos de distorsión y volumen, y sobre todos in dar tregua al público.
Todo encaja en esa especie de «Jam» continua, por donde van asomando, entre Hardrock saturado y ritmos pesados, los temas elegidos esa noche de entre sus tres trabajos, donde «Say Hello» se me antoja como su hit single personal. Pero si la banda se entrego a fondo, el público no fue menos, llenando continuamente el espacio de «Pogos» y «Stage Diving», que si bien en este último caso, algunos fueron con excesiva floritura e innecesaria pose, generó todavía un efecto de estar delante o haber completado, un show realmente potente y agotador por todas las partes implicadas.