Cuando Courtney Love salió en 1995 al escenario de la sala Zeleste al frente de Hole, sus primeras palabras fueron “This is a Bad Day”, hacia exactamente un año de la muerte de su marido. Esta claro, que un show que empieza de esa manera y se realiza en una fecha tan señalada parte de una premisa de mascarse la tragedia.
Pero “Live Trough This” era un disco muy bueno y solo por eso merecía la pena acercarse a Zeleste (a unos pocos metros de allí, en la sala garatge tocaban The Chesterfield Kings), pero es innegable que el efecto “morbo”, el que pasará? o el “yo estuve allí” dieron un plus al show.
Sin duda, Hole era una banda que se movía por el filo de la navaja y no solo por Courtney, su guitarrista Eric, salía con toda una star de Hollywood como Drew Barrymore, siendo famosos por sus excesos, su anterior bajista Kristen habia muerto por sobredosis y la actual Melissa, parecía que no acaba de congeniar con Courtney, así se lo demostraba al referirse a ella durante el show, a lo que la bajista reaccionaba con indiferencia.
Al salir Courtney al escenario enfundada en un camisón de raso perlado y rociada de purpurina, basto su sola presencia para llenar el mismo y pasar a ser el centro de todas las miradas. Pero una vez se colgó la Fender verde pastel, pudimos asistir a un show musical de casi dos horas en la que todo valió para ella, en un evidente estado “eufórico”, éste la llevo a ensenar las tetas y culo, morder una flor que le tiraron desde el público y devolverla escupiendo, lanzar cigarrillos encendidos y sumergirse en el publico para notar el contacto de la gente.
Las críticas de la época parecieron ignoraron la propuesta musical, pero salvo algún delirio de Courtney, fue muy completa. La banda llego a presentar hasta cinco temas inéditos, desgranar al completo el álbum que presentaban, acercarse a Duran Duran, Gary Numan o Nirvana y rebuscar en sus inicios de forma violenta. Sinceramente, no fue uno de los shows de ese año, pero si, sin duda de la vivencia del año. Gloriosos 90’s.