Hot Leg – La fiebre roja de Justin Hawkins

En poco más de 24 horas The Darkness aterrizan de nuevo en Barcelona. Creo que -si no contamos su visita como teloneros de Lady Gaga que cierto redactor estrella toma como referencia para ponderar a la banda- será la cuarta vez que pisen nuestras tablas.

En mi caso, será la quinta cita con los hermanos Hawkins y compañía. Además de los shows barceloneses, tuve la suerte de verles encabezando el Azkena 2012 en una actuación alucinante. The Darkness acababan de reunirse tras años de desaveniencias y las ganas de volver a comerse el mundo eran evidentes.

Para calentar el recital de mañana no acudiré a cualquiera de sus 6 maravillosos LP’s. Mejor sacudamos el polvo a Hot Leg, la olvidada cana al aire de Justin Hawkins cuando, tras los sinsabores de la era «One Way Ticket to Hell … and Back», dejó en la estacada a The Darkness.

Tan olvidados están Hot Leg que «Red Light Fever», su único álbum, no está en Spotify. Para escucharlo en la oficina tuve que acudir a un cutre «full album» de Youtube.

Como dirían Obús … Ella sólo lo hace en su moto

La discografica Barbecue Rock fue la encargada de editar el disco. Y al chequear en Discogs compruebo que este trabajo y sus correspondientes singles son sus únicas referencias, así que me huele a sello con fecha de caducidad creado ad-hoc por Justin.

Si me pongo en modo egoísta, esta dejadez ya me está bien. Mi vinilo rojo de «Red Light Fever» suele estar muy cotizado en la citada Discogs (actualmente se vende a partir de 69$), así que lo tengo bien enfundado, por si algún día me canso del rock n’ roll.

Hot Leg, en el plano formal, suponen un tributo de Justin «Dave» Hawkins -así aparece en los créditos, con el «Dave»- a los 80’s. En esta etapa se tiñó de rubio platino y obligó a la banda a adoptar una estética hair-metalera que recuerda a unos Steel Panther de baratillo.

La propia portada de «Red Light Fever» es ochentera a más no poder. Pibón uniformada con chaleco tejano y tanga, surcando escenarios interplanetarios a lomos de una pseudo-Harley Davidson. Sci-fi, culos y heavy-metal, el súmmum de la era Reagan.

Justin «Coverdale» Hawkins circa 2009

Pero aunque a nivel estético y conceptual Hot Leg se miren en el espejo de la década de Michael J. Fox, en lo musical «Red Light Fever» es, de facto, el tercer disco de The Darkness. El continuísmo es absoluto.

Los excentricidades marca de la casa Sparks en «Chickens», el power-pop adictivo de «Gay in the 80’s», «Ashamed» o «I’ve Met Jesus», la balada bigger than life que es «Kissing in the Wind» o la orgía épico-guitarrera que supone «Trojan Guitar» -probablemente mi tema favorito de la discografía de Justin- … todos los ingredientes de un -gran- disco de The Darkness están ahí.

Hot Leg supuso el retorno al underground para la mayor estrella rockera que Gran Bretaña había parido en el s.XXI. Tras años de sold-outs en arenas, vuelta a los pubs. Y eso, durante 5 minutos, está bien. Pero no más.

Justin pronto mandó al garete a sus nuevos compinches y volvió a llamar a la puerta de su hermano Dan, a quien las cosas no le habían ido mucho mejor con Stone Gods -The Darkness sin Justin- .

Nos vemos mañana en Salamandra.

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