I am The Almighty. Who the fuck are you?

Todos tenemos grandes bandas como referentes musicales. Bandas que han marcado el sendero sónico a transitar, dieta musical a engullir. The Almighty no son una de ellas. Son el tesoro que sentimos como propio, algo alejado del mainstream, son nuestros y de nadie más. Aunque sean conocidos, los guardamos y celamos.

Año 1991. El instituto. Al salir de clase fui como casi cada tarde a casa de un amigo, un amigo  que a la postre se convertiría en mi Sensei Musical. Cómics, libros y discos. Sobretodo, discos. De entre ellos y de los primeros en llamarme la atención fue un vinilo con una portada verdosa, oscura. Del centro de la imagen una figura monstruosa emergía amenazante. Era «Soul Destruction», segundo álbum de la banda escocesa The Almighty.

Al tomar el disco entre mis manos la peluca de mi amigo Ricard voló por los aires exclamando: “Tío, este disco es la tralla, tienes que escucharlo, ya!!!”. Amén.

Ese disco y Warwick & Co. me enamorarían, por siempre jamás. De principio a fin este Soul Destruction es una gozada, una maravilla. El martilleante solo de batería del fantástico Stump Monroe lo tengo grabado a fuego en el cerebro: Crucify era el primer tema del plástico. Ese inicio ya era un buen presagio, un arranque como ese no podía ser un bluf y, no, no lo era en absoluto.

Con un sonido mucho más crudo y oscuro pero más elaborado a la vez, la banda encontró su voz, su camino. En ningún caso era destino, al contrario, era el inicio de la andadura. TODO el puto álbum es apabullante, todo! Una delicia.

Volviendo a la habitación de mi amigo: cada tarde me llevaba algún disco a casa, lo grababa con la cadena musical de mi hermana en cassette y lo devolvía con todo el cuidado del mundo un par de días después. El trio vinílico formado por Fear Of The Dark, Painkiller y Soul Destruction me sacudieron de mala manera. Fue la semilla que ha germinado en lo que musicalmente soy ahora.

El directo de Bruce Springsteen y la E Street band  ( Live 1975-1985) también pasó por mis manos en esa primera oleada pero en ese momento no lo aprecié debidamente, eso llegaría más tarde. Quizás fuera que mi tia era fan declarada del de New Jersey, quizás que buscaba rebeldía, quizás… mil cosas…su tiempo todavía no había llegado…

Tantrum y Warwick tienen algo que decir…

Poco tiempo después me pasaron la cinta de Ride The Lightning y Appetite for Destruction quedando totalmente subyugado por Metallica y Guns n’Roses; pero The Almighty fue algo distinto, más íntimo y personal. Algo más “mío”.

Desde entonces empecé a bucear en la banda: el líder de la banda, Ricky Warwick, era el marido de la sex symbol metálica de la época (al menos para mí): Vanessa Warwick. Ella era la encargada de conducir el mítico Headbangers Ball (dónde, por supuesto, aparecía The Almighty en la cortinilla del programa adornada con el Crown of Thorns de Mother Love Bone).

Como no disponía de antena parabólica y, en consecuencia, tampoco Mtv tuve que convencer a un amigo que cada domingo me grabara el programa en VHS… Así era el streaming a principios de los 90.

Miss Warwick on duty call.

Descubrí que existían dos discos más: el primigenio Blood, Fire and Love (1989) con buenas intenciones pero con el sonido aún por definir y una producción mejorable y su versión en directo Blood, Fire and Life, exactamente el mismo disco pero en su versión life. Curiosamente llegué primero al directo (creí incluso que ese era su primer disco…) y el paso al primer álbum resultó un poco desconcertante.

Estos discos representan la versión más prototípica de la banda, con el sonido aún en desarrollo puro: Hard & Heavy muy de esos años pero que ya demostraba la garra de la banda. Temas como Wild & Wonderful o Full Force Lovin’ Machine quedarían ya para siempre en el iconografía sónica de la banda.

Monsters Of Rock 1992, the eagle is flying high.

En 1993 saldría su cuarto álbum, una tormeta desatada, oscura, pesada, cuasi agobiante: Powertrippin. Contenía diamantes como: Jesus Loves You, But I don’t, Addiction, Sick & Wired u Over The Edge (con un excerpt sacado de Apocalypse «Now…I saw…a snail..along the edge … «) de lo más devastador.

Absolutamente necesario en cualquier colección de discos que se precie mínimamente. La portada es una obra de Ralph Morse (una fiera de la fotografía): Jet Age Man. Una alucinante composición que daba a entender que los surcos contenían sonidos poco luminosos.

Entre los músicos acompañantes: el productor Mark Dodson añadiría unas guitarras en ‘Taking Hold’ y Blaze Bayley aparece en el temón ‘Jesus Loves You, But I don’t’. En esa época Wolfsbane o Wildhearts estaban dando que hablar y Almighty emergían como algo que podía llegar a ser grande.

La oscuridad era esto.

Para este disco Tantrum, que había sido guitarra solista hasta el momento, salta del barco (o lo hicieron saltar) para dar entrada a Pete Friesen que le daría un aire más oscuro al sonido de la banda. Pete desembarca de Alice Cooper para enrolarse y dar una vuelta al sonido de los Almighty, re energizarlos y dar un toque más de oscura potencia a su sonido.

Otra Alice se relaciona con el sonido que alcanzan en este disco: Alice in Chains es el nombre que más se asocia a la banda en este nuevo álbum, y es posible que sea así, sobretodo por el concurso de Friesen. Para mi suena natural, la banda siempre ha tenido un punto dark, rallando la desesperación y en este punto explota con toda la intesidad…

Y es que precisamente los cambios estilísticos son un punto fundamental en la banda. Desde las raíces punk de los miembros fundadores (Warwick, Monroe y London) su sonido fue moviéndose desde el Hard&Heavy inicial hasta sonidos más punkarras para luego volver a mutar en el cénit de su carrera. Warwick estuvo una temporada en New Model Army (antes de The Almighty) aunque no apareciera en ningún álbum.

The Almighty – 1992

Eso fue motivo suficiente para que me interesara aún más su propuesta, la onda expansiva que hace sumergirte en las bandas de tus banda, en lo que está detrás… La maravillosa experiencia de encontrar nuevas bandas cuando empiezas a escuchar música que, por supuesto, sigue existiendo con el tiempo pero nada comparable con los inicios.

Hablando de Punk: Crank.

El quinto álbum de la banda sería el más crudo, rabioso, el que canalizó toda la frustración y la mala hostia de una gira ninguneante de los escoceses por los Estados Unidos. Jamie Reid fue el encargado de la cover art, este menda no es otro que el diseñador del Nevermind the Bollocks… capicci?

Sin caer en la pose, la bilis que vomita este disco resulta demencialmente destructivo.

Recuerdo comprar el álbum esperando una continuación al sonido de Powertrippin y encontrarme con una patada en la cara, una patada llena de ira. El sonido de la banda se retuerce y se recrudece. Cada tema es un esputo a la cara, un directo a la mandibula, una coz en el escroto. Con ese disco se pasearían con los mismísimos Pantera en 1994 por Europa. Se pasearían y darían guerra a los de Dimebag, abriendo fuego y poniendo el listón altísimo.

Fue por esa época cuando los pude ver por primera y única vez en mi vida, en una sala Zeleste 3 un domingo por la noche. Recuerdo como si fuera hoy lanzarme al escenario para berrear hasta romperme el cuello cantando Crucify amarrado al cuello de Ricky. Ese disco aun me pone del revés y espero que lo siga haciendo por siempre.

Once upon a time in Zeleste 3…

Y de ahí al Abismo.

The Almighty aún sacarían un muy buen último disco: Just Add Life (1996). El sonido sigue siendo muy punkarra pero con saxos y trompetas y demás instrumentos de aire en el corte principal del disco, All Sussed Out. De nuevo, otro cambio estilístico y, de nuevo, un discazo.

360, la mencionada All Sussed Out o Coallition Star (grabada junto a la banda punk The Ruts) son una buena muestra de la variedad estilistica imperante en el disco. Not to be missed.

La historia no pintaba demasiado bien, el ansiado estallido de la banda a nivel de popularidad seguía sin llegar y la paciencia de la banda (y, sobretodo de Warwick) se estaba por acabar.

Y el abismo…

La banda definitivamente naufragaría ese mismo año, habiendo estado peleando durante años, acercándose a la cima por momentos pero sin llegar a alcanzarla nunca y, al final, simplemente se rompe todo.

The Almighty se separa y se deshace la magia.

Después de eso, en el 2000, la banda volvería para sacar un par de álbums más: The Almighty ese mismo año y Psycho-Narco un año después.

Pero ya nada es igual, la banda ya estaba muerta. Estos discos son sencillamante olvidables, no aportan nada, se nota el deterioro y no me producen más sentimiento que dolor. Ya no se recuperaría la chispa…

Fade to black.

En 2008 habría otra reunión para tocar en directo pero el cisne ya había cantado sus últimas notas…

Como suele decirse, el resto es historia. Ricky Warwick formaría algunas bandas (Circus Diablo, Stiff Little Fingers), sacaría unos cuantos álbums en solitario (Tattos and Alibis, Belfast Confetti,…) para acabar formando parte de Black Star Riders previo paso por Thin Lizzy.

El bueno de Floyd London, el bajista en todos los álbums de The Almighty menos el último, debería superar la leucemia y ahora, ya recuperado, tiene una banda de versiones llamada Live n’ Kickin olé tus santos cojones, Floyd!

En fin, hasta aquí mi chapa sobre estos Ícaros del Metal. Si los conoces, me encantará saber qué opinas de ellos dejando comentarios en la entrada, si no, bucea un poco en su discografía y aporta también dejando tu opinión.

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