Cuando hablamos de Woodstock 1994, nos viene a la mente la imagen pringados de barro y destrozando todo de Nine Inch Nails, Henry Rollins marcando musculo en pantalón corto, las bombillas en la cabeza de Red Hot Chili Peppers, la lluvia de barro por parte de miles de personas en un tema tan poco comercial como «My Name Is Mud» de Primus, el Mullet de Hetfield, Blind Melon demostrando su calidad, Perry Farrell con su nuevo proyecto Porno For Pyros o Green Day peleándose con el publico a lanzamientos de barro.
Pues bien, hay otro grupo de artistas que también estuvieron allí y que por supuesto dieron grandes shows, era el momento y todos querían demostrar su valía. Uno de los que lo dio todo fue Jesse James Dupree al frente de Jackyl, que subieron temprano al escenario el primer día, con un público todavía con fuerzas, con mujeres de grandes pechos en primera fila y cuerpos desnudos femeninos de generoso bello púbico sobre volando por el público.
Jesse desplego su show en todas sus vertientes, con una botella de whisky en mano, dejando caer el liquido sobre el público, fumando marihuana y tirando el porro hacia la cámara llenado de humo las pantallas y el escenario, a posterior le prendió fuego a un taburete y lo cortó con una motosierra. Hasta ese momento, todo se movía en sus parámetros, pero le quedaba su gran número, sacando un rifle para disparar al aire, cortándose la mano y empezando a sangrar, pingándose la cara y la frente, hasta que la seguridad lo saco fuera del escenario. Posiblemente si todo eso sucediera hoy, se lo llevarían detenido, aunque tendríamos muchas imágenes de la escena.