El año terminándose y los deberes sin hacer. Ahí van mis cinco céntimos, a lo Andreu y sus inefables pills, sobre 3 discos importantes para el que os escribe y que no habían recibido su merecido post. Seré breve y conciso.
The Bites – «Squeeze»
Todo aquel cock rocker que no cite a «Squeeze» entre sus favoritos del año, sencillamente es que no lo ha escuchado. Es el tipo de disco que sacarían Struts si tuvieran algo de integridad. Música festiva, sí. Comercial, también. Pero inequívocamente RN’R, sin coqueteos con géneros musicales indeseables.
Sin inventar la sopa de ajo, The Bites han parido un party album pata negra a base de picotear entre los grandes del hair metal (léase desde Mötley Crüe hasta Def Leppard, pasando por Warrant o Firehouse), pero sonando 2023. Y sin la necesidad de recurrir a esa arama de doble filo llamada balada.
Starbenders – «Take Back the Night»
Cualquiera que siga este blog y me haya visto el plumero, sabe que Starbenders son una debilidad personal. A lo largo del último año y pico he ido enchufando sus singles en todas nuestras secciones, intentando que tú, querido lector, te unas al club.
«Take Back the Night» ha cumplido todas mis expectativas. En parte debido a que ya conocía la mitad de su contenido -la media docena de singles previos- y por que han confirmado mi dulce sospecha. Aunque no renieguen completamente de su faceta gótica y new wave, Kimi Shelter (irrestible cruce Elvira y Ann Wilson de Heart) y los suyos se han instalado definitivamente en la acera del (hard) rock. Más cercanos a Billy Idol que a AC/DC, pero hard rock al fin y al cabo.
Rival Sons – «Darkfighter»
Sin duda alguna, Rival Sons son mi banda favorita de la última década. Sus primeros trabajos, aún gustándome, no me terminaban de convencer, pero a partir del espectacular «Great Western Valkyrie» (2014) caí rendido a sus pies. Puede que «Hollow Bones» (2016) sea un trabajo algo menor, pero con»Feral Roots» (2019) se cascaron una obra maestra que dejó el nivel altísimo.
Tan alto que supongo que la decepción, aunque leve, era inevitable. «Darkfighter» es cojonudo y entrará en mi top 10, pero venían de tan arriba … Su inicio con «Mirrors» es alucinante, «Nobody Wants to Die» es un trallazo del quince y la garra sensible de «Rapture» o «Guillotine» me flipa, pero me temo que aquí no hay competencia con «Feral Roots».
«Lightbringer», esa especie de segunda parte, la tengo muy poco escuchada. De entrada no me ha calado, pero no haré un juicio precipitado. Aunque si por mi fuera, el responsable de su portada ya estaría en la cárcel.
