Punto y aparte en la carrera de Morgan. Después de una gira que se ha prolongado durante dos años, los madrileños se despedían de los escenarios hasta nuevo aviso -en 2020, apartados del directo, focalizarán energías en la composición de su tercer álbum- con un sold out en el Apolo barcelonés, un tipo de recinto que ya se les queda pequeño. Si a ello le sumamos la efeméride de mi 41 aniversario, la noche prometía especial.
Para este último tramo del «Air Tour» han planteado los recitales como un homenaje a sus dos LP, las obras con las que han mutado de banda de barrio a grupo-que-has-de-seguir-si-tienes-un-mínimo-de-buen-gusto. Una primera mitad del recital basada en el material de su debut, «North» y un tramo final centrado en «Air», su segundo trabajo.
Se agradece que una banda que visita tu ciudad tan a menudo tenga el tacto de variar la estructura de sus shows, de tal manera que evitan la poco placentera sensación de haber visto el mismo concierto dos veces en un corto lapso de tiempo.
Así, tras una intimista versión a tres voces de «Honey Come Home» de The Head and Heart -banda de corte indie folk que desconocía-, tema habitualmente usado por la banda para calentar entre bambalinas, Carolina «Nina» de Juan y los suyos atacaron rebosantes de energía con las gemas que conforman «North». Entre ellas, «Cold» -con el primer desmelene guitarrero de Paco López-, «Cheseecake», «Work», «Thank You», la celestial «Home» y, por supuesto, «Volver», su gran éxito «interclasista».
Tal como apunté en la preview, Morgan gustan a un espectro muy amplio, por lo que parte de su público es «diferente» al que acude a un concierto de rock al uso; un público que valora tanto o más los speechs nerviosos y adorables -y repetitivos- de Nina que la música en sí. Y eso está bien, no hay quejas al respecto. Pero no termino de acostumbrarme a esos «shhhhh» de profesora de P3 que exigen silencio! Termino este inciso sociológico de bazar chino con la proclama de una tía que tenía al lado, justo cuando -ya en el siguiente bloque del show- Nina iniciaba las primeras notas de «Sargento de Hierro»: «esta es la buena» (sic).
«Unknow Legend» de Neil Young, con Paco a las voces, sirvió de nexo de unión con la segunda parte del recital, consagrada a «Air». Tras deleitarnos con perlas como «Planet Earth», «Blue Eyes» o «Oh Oh» (personalmente prefiero «Air» a «North»), saltaba la sorpresa en el Paral.lel con la subida a las tablas de la hermana, madre y amiga de la madre de Nina. Las chicas dieron un plus con sus coros a la recta final del show, conformada por «The Child», «Another Road» (Apolo convertida en una pista de baile setentera, Nina meneando su moneymaker en el centro del escenario y cover de «Lose Yourself to Dance» incluida) y el habitual cierre con «Marry You», con agradecimientos hasta para el apuntador.
Como dijo el mismo colega que acusó a Greta Van Fleet de bisoños, a Morgan no les hace falta un chute extra de jaco para transmitir clase, sudor y lágrimas.
No podía terminar esta crónica sin un recuerdo al hombre-péndulo que tuve situado justo delante durante buena parte del concierto. Tic-tac, izquierda-derecha, escenario-cabeza.