Morgan – «The River and The Stone»

«A Kind of Love», la canción que te pongo debajo de estas líneas es, según mi opinión, la joya de la corona de «The River And The Stone», el nuevo disco de los estupendos Morgan.

Un carrusel de más de 6 minutos de duración en el que cabe de todo: un primer tercio atmosférico que en sus primeros compases me suena a Massive Attack (!?); un segundo tercio (a partir del minuto 2:28) donde realizan un giro de 180 grados para adentrarse en el AOR setentero -el bueno, nada que ver con las horteradas ochenteras- con un Paco López que lo borda emulando la calidez de Neal Schon; y como broche, un grand finale rockandolero, un desparrame donde la banda parece que recree a su manera el último tramo de «Can’t Get Enough» de Bad Company.

Sublime.

«The River And The Stone», el disco, está muy bien. Cómodamente instalados en su batidora de classic rock-soul-folk-pop-R&B, si acaso con un barniz de «modernidad», Morgan han entregado una nueva hornada de 10 temas que no decepcionará a los incondicionales de la banda. Que, afortunadamente para ellos, abarca un espectro amplísimo del consumidor musical: desde heavies de pelo en pecho hasta cuñadas cuya dieta musical se basa en «La Voz», pasando por niñas de 11 años, a todos/as les gusta Morgan.

Nina De Juan y los suyos son una rareza, un milagro -llámalo como quieras- en el panorama nacional que es digno de celebración.

Morgan (¿Dónde está su bajista-apicultor?)

Me sabe mal no disfrutar a corto plazo en directo -ya sabes, si en disco Morgan son buenos, en directo son mucho mejores- de la belleza de temas como «On and On», «Alone» y «Un Recuerdo y Su Rey» o de la garra de canciones como la citada «A Kind of Love», «River» o «Paranoid Fall», donde seguro que las guitarras se desatarán.

Pero es que sus planes de gira no casan conmigo. Recitales en teatros de butacas burgueses a 38€ o shows como teloneros de Fito & Fitipaldis no son los lugares donde quiero ver a Morgan. Volved a las salas. Las más grandes de cada ciudad, pero volved a las salas.

Termino el post con una chorrada. Pero esto es Sammy Plays Dirty y este es el lugar adecuado para resaltar este tipo de chorradas. Minuto 4:23 de «River» (ver clip encima de este párrafo), con la canción ya finalizada. Nina emerge del agua, todo ha sido una pesadilla que le ha asaltado mientras se pegaba un baño … ¿en bikini? Fíjate, fíjate. Al ojo clínico de SPD no se le escapa nada.

Que no, que no es que ardamos en deseos de conocer las tetas de la vocalista. Pero se pasa un poco de pudorosa la mujer, ¿no?

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