Si tuviera que confeccionar el cartel de un festival, para la parte de bandas de guitarras que se alejan del sonido rock digamos más clásico, lo tendría claro. Llamaría a King Gizzard And The Lizard Wizard y Ty Segall para presentar alguno de sus recientes proyectos.
Pero antes que ellos ya estaban Oh Sees (si quieres ponle el The delante), John Dwyer ya estaba allí desde 1997 y los de San Francisco sin duda están en plena forma.
Coge el patito de goma de tu baño (reconoce que tienes uno) y aplícale un ritmo con un disco de The Cramps de fondo, obtendrás el sonido de «The Daily Heavy», titulo que parece puesto para el periódico que leería el jevi de negocios de Manhattan y que abre «Face Stabber (2019)» toda una vuelta de tuerca o como pasarse por el forro cualquier tipo de estilos para aplicarlos sin pudor.
Y si hablamos de la apertura, ojo con el cierre de «Henchlock», pieza de más de veinte minutos donde el free Jazz campa a sus anchas con las guitarras que se retuercen, podríamos decir que si Sly Stone hiciera una jam con los Beastie Boys en pleno 1994 no sonaría muy diferente a esto.
En el mundo actual de «el todo vale», aquí hay algo más y esto es hacer lo que te da la gana pero bien estructurado. Hay viajes al bosque (atentos fans de Halläs) como «Scutum & Scorpius» que desembocan en jams de piscina de Beverly Hills. Guiños heavy punks como «Gholü» donde se convierten en los Cro-Mags o «Heartworm» donde mutan en Bad Brains.
Tomando como punto de partida el año de creación de la banda (1997), queda claro que estos recogen el testigo de bandas como Primus, Mr.Bungle, Delta 72, Jesus Lizard o Butthole Surfers, etc… para llevarlo a un nivel infinito. Y ese nivel lo demuestran en directo, dotando de una intensidad bestial a sus shows. Desgraciadamente salvo varias apariciones en el Primavera Sound y una gira de hace un puñado de años, los promotores de nuestro país no se mojan a traerlos y eso que están de gira en verano de 2020 por media Europa.
