Día 11/03/2020, último bolo que se iba a celebrar en días por cierre de locales y por suerte tuve la oportunidad de poder disfrutarlo de una manera bárbara.
El doble cartel prometía con dos bandas, una One Desire, finlandesa, de la que no tenía idea y la otra The Flight Night Orchestra que en su anterior visita en el año 2018 ya habían dejado una muy buena impresión.
Ambas bandas se mueven por el terreno del AOR. En este tema son más bien profano y a parte de las bandas clásicas y típicas ( Boston, Journey, Toto) y de las actuales ( Eclipse, H.E.A.T., F.M.) mi conocimiento es más bien escaso.
El concierto empezó con los finlandeses, quinteto en el que vocalista también es guitarrista, exhibiendo un sonido cristalino y refinado con un estilo que se podría asemejar entre FM y Eclipse ( perdonadme los AOR-entendidos si es no es acertada la comparación). Lo que puedo destacar es «Heart» que fue el primer single de su primer trabajo y acabaron con un super cañera «Buried Alive». Canciones que fueron coreadas por los allí asistentes.
Acta seguido, vendría el viaje por los sonidos 80’s de la NFO. La nave dirigida por el comandante Bjorn Strid y los copilotos David Anderson a la guitarra solista y Sharlee D’Angelo al bajo y acompañadas por las azafatas Anna Brygard y Ana Mia Bonde como coristas, iniciaron el despegue con un tema del nuevo trabajo «Servants Of The Air».
A esta, le siguieron una joya de «Amber Galactic» como «Gemini» para encadenar «This Boy’s Last Summer » y IF Tonights is Our Only Chance» de su nuevo trabajo.
Después de encadenar dos canciones de «Sometimes The World Ain’t Enough», como fueron «Paralyzed» y Cant’be That Bad»( son temas que cuando los escuchas no te los puedes quitar de la cabeza, con esos estribillos tan pegadizos), el Comandante Strid ataviado con una capa dorada, relajó un poco el ambiente con «Golden Swansdown».
Con las siguientes «Transmision» y «Taurus» también del nuevo trabajo pasamos unas zonas de turbulencia que acabaron con la fantástica » Last of The Independent Romatics».
El viaje estaba acabando, y nos teniamos que abrochar los cinturones para el aterrizaje,….
El aterrizaje con «Stilleto», la maravillosa y potente » Midnight Flyer» y la épica » West Rue Ave» en el que el público se arrancó con una «conga» a petición del mismo Comandante Stryd. Con unas canciones que tienen melodía, rapidez en el desarrollo de la cancion, estribillos pegadizos y sobro todo coros, no puedes dejar mover los pies. Solo nos faltaba la típica bola de discoteca en medio de la Salamandra.
Una pero muy pequeña pega al repertorio, estando en Barcelona porque no cambiaron el set list y haber incluido precisamente «Barcelona». Hubiera sido orgásmico.
Final del concierto, con una amplia sonrisa y poder haber disfrutar el último concierto en unos cuantos días o meses, quien sabe.