En la segunda mitad de los 70’s Atlanta no estaba preparada para una banda travestida, con lápiz de labios, plumas y sonido de herencia Rock & Roll y que se miraba en el proto Punk de los Stooges y MC5. Allí los sombreros de cowboy y botas de punta eran los que dominaban la escena, es decir auténticos machos.
Posiblemente si su ciudad hubiera sido NY o LA, su recorrido hubiera sido más largo, y más teniendo en cuenta el hueco que dejo en esa época la separación de NY Dolls y la muerte de Marc Bolan. Pero rodeados de “paletos” fueron unos totales incomprendidos y su caso fue como el de Hollywood Brats un puñado de años antes.
En 1978 editaron su disco de debut que desgraciadamente los seguidores del Glam Rock ignoraron ya que estaban centrados en Sweet o Slade. Por otra parte, ese álbum tiene más sabor de alcantarilla que de lápiz de labios y no cuesta imaginarse a la banda si hubieran aguantando unos años más formando parte del inicio de la escena Sleazy que encabezaron bandas como Mótley Crüe, Ratt o The Joneses.
El disco se mueve en sonoridades similares de otras bandas de la época, y no cuesta imaginarse a la banda compartiendo escena con Kiss o Aerosmith por el lado rockero. Eso sí, se guardan un punto oscuro en la línea de Stooges o Dead Boys y de sus orígenes, colando algún riff de hijo bastardo sureño entre sus temas.