Riki N’ Roll – ¡Riki Rachtman al habla!

Hace unos días os informamos sobre la -¿por el momento?, ¿definitivamente?- silenciada acusación de violación a Axl Rose por parte de una modelo. El compañero de juerga de Axl durante esa neoyorkina noche a finales de los 80’s -y seguramente testigo de lo que pasó con la chica- fue Riki Rachtman, uno de los mejores amigos de W.A.R durante esos años y toda una estrella de la escena hard-rockera de la época.

No llegó a vender ni un disco, pero seguramente se drogó y folló tanto como sus colegas músicos.

Riki fundó junto a Taime Downe de Faster Pussycat el legendario club Cathouse -uno de los epicentros de la movida sleazy- y fue presentador del «Headbanger’s Ball» de la MTV en su momento de máxima popularidad, lo que le convirtió en una celebridad dentro del mundillo.

Actualmente, ya bastante alejado de los focos, se dedica a recorrer la geografía norteamericana explicando sus batallitas en shows de storyteller. Y sigue ganando un dinerillo vendiendo las icónicas camisetas del Cathouse, por supuesto.

Durante el trabajo de campo sobre el caso Axl vs. Sheila Kennedy me topé con una larguísima entrevista concedida a Metal Sludge donde Riki se abría en canal.

Lo que cuenta es tan sumamente interesante que me he visto en la obligación de traducir -libremente- y resumir el texto. Por supuesto, todo el mérito y crédito para Metal Sludge y Gerry Gittelson, autor de la entrevista.

Con todos vosotros, Riki N’ Roll en estado puro:

Empecemos por tus primeros pasos a nivel profesional. Tus raíces se hunden en Le Hot Club en San Fernando Valley. Eras DJ para John Dunn, un promotor de fiestas bastante influyente, ¿verdad?

Molaba, por qué era donde la gente guapa iba. Un garito donde probablemente no me hubieran dejado entrar como cliente. Allí no sólo me convertí en un buen DJ, si no también en un buen farlopero y bebedor.

Era un mundo que no sólo toleraba mi adicción, la espoleaba. Pinchaba música disco, pero yo era un rockero. Recuerdo el día que vino esa chica, Angela, con su novio. A él no le molaba esa escena. Se metió en la cabina del DJ y estuvimos hablando sobre nuestro amor por bandas como The Rolling Stones o Aerosmith. Pasamos un buen rato cachondeándonos de los parroquianos del club mientras bebíamos y charlábamos sobre bandas que no podía pinchar en ese garito. Antes de pirarse me dijo que chequeara su nueva banda, Hollywood Rose. Se trataba de Izzy Stradlin.

Mucha gente no sabe que lo intentaste como músico

Empecé muy joven. Siempre quise cantar en una banda. Toqué en unas cuantas. En Sunset Strip formé parte de Virgin y tuvimos nuestros seguidores. Fuimos cabezas de cartel un par de noches en el Whisky. Yo era el más flojo de la banda.

Más tarde toqué en una banda punk llamada Battery Club. Hicimos unos cuantos conciertos e incluso llegamos a girar teloneando a Offspring en 1994. No canté mal. Y era bueno escribiendo canciones, pero mi presencia escénica era penosa. Miro videos de la época y es para llorar.

¿Quien fue tu primera novia? ¿Puedes describir las circunstancias de tu pérdida de virginidad?

Su nombre era Linda. Fue justo antes de cumplir los 18. Ella también era virgen. Antes el acceso al porno no era tan fácil, así que no tenía claro como iba ese asunto. Era un pardillo.

La intenté convencer durante meses y cuando finalmente lo conseguí, no lo hice demasiado bien. Recuerdo que no duré más de 3 segundos. En el tercer o cuarto polvo creo que duré 6 segundos, incluyendo el calentamiento.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando conociste a Axl Rose y a Guns N’ Roses?

Los había visto en directo varias antes de conocernos personalmente, y lo encontraba intimidante. Se subía al escenario con esos pantacas de cuero que enseñaban el culo, el pelo crepado, pero tenía peligro. Parecía que si le mirabas mal, te arrancaría la cabeza.

Riki en compañía de Taime, Izzy y Axl

No recuerdo bien nuestro primer encuentro. Supongo que fue antes de abrir el Cathouse, pero no estoy seguro. Nos convertimos en buenos amigos en los primeros días del Cathouse sobre 1986.

En esa época era un cabronazo. Muy intenso, pero al mismo tiempo divertidísimo. Nos lo pasamos de puta madre. Nadie tenía huevos a meterse con Axl. Y todas las chicas iban locas por él.

No era un tipo duro fake, de esos que cambian al bajar del escenario. En las calles era igual de pendenciero. Frank Starr de The Four Horsemen, gran amigo mío, era de la misma calaña.

Frank Starr

¿Hiciste una prueba para conseguir tu empleo en MTV? ¿Cómo fue el proceso?

Mmm, sí y no. Tuve una audición, pero Axl me enchufó. Nunca antes había hecho ni tele ni radio. No tenía aspiraciones de ser periodista. Yo era Riki, el punk que dirigía el Cathouse.

La MTV montó la audición en New York, pero Axl y Doug Goldstein lo organizaron todo. Incluso viajaron conmigo y me pagaron el hotel.

Lo hice fatal. Era mi primera vez ante una cámara. Los primeros meses, me limitaba a leer las preguntas que tenía apuntadas en las tarjetas. Estaba nervioso, lo que me llevaba a comportarme de forma apática y tonta.

Tener amigos famosos me ayudó, sin duda. Aunque no tuviese talento como entrevistador, en la MTV sabían que yo era parte de la escena. Me cuesta ver esos viejos videos.

¿Me sirvió ese empleo para ligar? Nah. Las chicas se acercaban y me preguntaban «¿Está Axl por aquí?», «¿Y Nikki?, «¿Taime?», «¿No? Bueno, entonces supongo que tú me sirves«

Riki al frente de «Headbanger’s Ball»

Háblanos de tu relación con Taime Down. ¿Es el hermano que nunca tuviste?

Esa es exactamente la relación que tengo con Taime. Haría cualquier cosa por él. Ahora se encuentra mucho mejor que 10 años atrás.

Estuvimos un montón de tiempo sin hablarnos. Ambos hemos pasado épocas de mierda, pero ahora, a pesar de que vivimos a miles de millas de distancia, hablamos al menos una vez por semana.

Una de las cosas que echo de menos de Los Angeles es conducir con Tamie a donde nos diera la gana. Recuerdo esa vez que nos apetecía comida mexicana. Cogimos las motos, cruzamos a México, comimos, y nos volvimos.

Eramos colegas y compañeros de piso. Abrimos juntos en Cathouse, pero sin duda ahora somos mucho mejores amigos que en los 80’s.

La historia del puñetazo que le soltaste a un DJ fue bastante sonada. ¿Alguna otra pelea reseñable?

Mucha gente de fuera de Los Angeles no conoce la historia. Les animo a que vengan a mi show «One Foot in the Gutter», donde cuento los detalles. El caso es que golpear a ese DJ me llevo al calabozo. Cuando salí, había perdido mi empleo. Nadie quiso contratarme y pronto me vi arruinado.

Tuve otra pelea en el Hollywood Palace, que me costó una denuncia y unos cuantos miles de dólares. Puedo parecer un tipo duro, pero para nada. La de palizas que he recibido. En su momento tenía la mecha corta y tenía que controlar mis ataques de furia, pero mírame, es obvio que no soy un tipo duro.

Sí, me metí en algunos follones, pero no saqué nada de bueno. Ahora que soy un tío viejo y frágil, evito esas situaciones.

Describe como era un típico martes noche en el Cathouse

Lo que mola es que nunca hubo una noche típica en Cathouse, siempre eran diferentes.

En los viejos tiempos, nos levantábamos a media tarde e íbamos todos a la cafetería Dukes, que estaba al lado del Whisky. Con el tiempo, descubrí que el cristal funcionaba mejor que el café.

En el club bebía. Bebía mucho. Tanto que no podía pagar personalmente a los empleados eventuales. Estaba demasiado puesto como para contar los billetes. Sí, había mucho sexo, muchísimo. Sexo, Drogas y Rock N’ Roll, todo un cliché, pero era el estilo de vida de los habituales del Cathouse. Esa sería la típica noche del Cathouse.

Una noche tenías a Robert Plant de fiesta en el club y al cabo de un rato me tenías en la puerta diciendo a un tío de Milli Vanilli que no, que no podía entrar gratis. Fueron tiempos mágicos. Eramos una comunidad muy unida. Todos íbamos a las mismas cafeterías, a los mismos supermercados. Incluso montamos una liguilla de softball llena de rockstars resacosas.

 En 1988 se acabaron los excesos para mí. Me centré en la faceta empresarial de Cathouse. A partir de ese momento, me solías ver fuera, charlando en la puerta del local. Habían demasiadas tentaciones dentro.

Lita Ford vomitó en el baño de Cathouse y para tí fue un «lo hemos logrado». Cuéntanos más batallitas.

La historia de Lita Ford es un clásico. Sólo había 59 personas en el Cathouse ese día. Era nuestra segunda noche abiertos. Yo era súper fan de Lita. Estaba tan feliz de que estuviera allí que le di barra libre. Y pasó lo que pasó.

Lita Ford

Pasaron tantas cosas allí … Y he leído tantas cosas en libros que supuestamente pasaron en el Cathouse. Como que allí empezó el pique Vince Neil-Axl. Por no hablar de la bulla entre Bowie y Axl.

Pero no quiero hacer spoilers, venid a mis shows, que ahí lo cuento todo. Es flipante de la historias que había olvidado y que he recordado haciendo research para mi show. Pueden parecer míticas, pero para nosotros no eran más que un típico martes noche. ¿Que la gente dice que éramos decadentes? Sí, estoy de acuerdo.

Tal como describió Alice Cooper, el Cathouse era un nuestro patio de recreo. Podías hacer lo que te diera la gana. Las cámaras estaban prohibidas, así que lo que ocurría en Cathouse no tenía repercusión fuera de sus muros.

¿A qué bandas has ayudado más y a qué bandas has dado la espalda?

Se dijo que ayudé a Pantera a lograr la fama. Incluso a Guns N’ Roses. Son paridas. He recibido crédito por ayudar a lanzar la escena angelina. No me lo merezco. El talento estaba allí, yo sólo tuve la suerte de tener un club en el epicentro. Sin mí, todo hubiese ocurrido igual.

Yo no escogía los clips que ponía en la MTV, así que cuando la gente me da las gracias por descubrirles a Pantera, les digo que no tuve nada que ver.

Sí que es cierto que cuando me hacían pinchar una banda que me gustaba, obviamente le ponía un poco más de entusiasmo y eso les podía favorecer. Vestía camisetas de bandas, pero esas bandas también me ayudaban a mí, así que eran favores mutuos.

A Shannon Hoon le di un empleo en el club cuando no tenía nada. Pero no por eso diré que ayudé en la carrera de Blind Melon.

Riki & Shannon Hoon

En cuanto a bandas a las que he dado la espalda, te podría decir L.A. Guns. Su guitarrista Ace Von Johnson es uno de mis mejores amigos, en serio. Me presentó a mi futura mujer y nos vemos siempre que podemos.

Pero Tracii ha tenido una actitud chunguísima conmigo el último año.

Siempre me ha gustado Tracii. Siempre me han gustado L.A. Guns. Tracii es un gran guitarrista y lo consideraba un amigo.

Pensé en celebrar una fiesta remember de Cathouse. Por supuesto, Faster Pussycat y L.A. Guns debían estar allí. Tracii y su manager me hicieron una putada. Tenía planeado llevar a bailarinas, pantallas gigantes, gente escupiendo fuego y toda esa mierda decadente a lo Mad Max.

El problema es que se empeñaron en titularlo como «L.A. Guns presented by Cathouse». No querían entender que se trataba de una fiesta, que no iba sobre bandas, que no era un concierto normal.

Intenté hablarlo varias veces con Tracii, pero no hubo manera. Lo podría haber tirado adelante sin ellos, pero pensé que era una pena. Al final cambié mis planes e hice mi primer show de storytelling.

La historia podría haber terminado ahí sin más. Pero un día asisto a un show de L.A. Guns y Tracii se me encara furioso. Pensaba que estaba de coña, nos conocemos desde hace décadas. Pero no, me estuvo echando la bronca durante un buen rato por la cancelación del evento. «Son negocios y eres muy poco profesional«. Me dejó estupefacto.

Cuando en redes sociales alguien habla mierda sobre mí, lo bloqueo. Pues con Tracii, lo mismo.

Si alguna vez vuelvo a montar algo, no contaré con ellos. Flipé que, después de tantos años de historia en común, me tratara de esa manera. Que se joda, ya no existe en mi mundo. Y no, no siempre se trata de negocios.

Tracii Guns & Tamie Down en la fiesta del 21 cumpleños de Riki

La desaparecida Raquel Welch solía pasarse por el Rainbow ¿Te la hubieses tirado?

Nunca la vi por allí. ¿Que si me la hubiese follado? ¡Y quien no! Diría que el 100% de los heteros dirían «sí». ¡Incluso el 60% de los gays probablemente dirían también «sí»!

Algunas de las mejore fiestas fueron en barbacoas ¿Qué recuerdas de ellas?

Eran muy salvajes. Los periodistas no estaban invitados. Yo era un motero rockero, lo mismo que mis amigos. Teníamos una hermandad llamada The Alumni. Hacíamos cualquier cosa el uno por el otro. Todos vestíamos chupas con el logo de Cathouse. Axl viste una en el clip de «It’s So Easy».

Michael Francis era uno de los Alumni y tenía una casa con patio en el barrio. Las barbacoas se hacían allí.

Un día Michael compró un cerdo vivo y lo metió en el garaje. Me largué por que sabía lo que iba a pasar. No soy vegano, pero amo a los cerdos, en serio. Axl entró y disparó al cerdo. Fueron necesarios varios tiros. Cuando volví, ya lo estaban asando. No quise probarlo.

En el Cathouse y en el Bordello habían más tías que tíos. ¿Esa fue la clave para su éxito?

Cathouse era una discoteca de rock n’ roll y te aseguro que nunca reclutamos a chicas.

Vale, en los primeros tiempos Taime y yo invitábamos a strippers y actrices porno por qué era el tipo de chica que conocíamos. Pronto, ese tipo de actitud sleazy se puso de moda. Todo tipo de chicas decidieron vestirse de esa manera. Si vas a un bar de cowboys, te pones sombrero y falda vaquera. Si ibas al Cathouse, te vestías como una puta, lo que no significa que lo fueras.

No es degradante, por que ellas tenían el poder de decidir. Eran empresarias, maestras o abogadas, pero el martes noche, durante unas horas, jugaban a ser otra cosa.

Dime que piensas sobre:

Eddie Trunk

Creo que Eddie y yo podríamos ser más diferentes. Sólo nos une el amor por el metaI. Dicho esto, me gusta Eddie. Él es el tipo con todos los fans, con todos los oyentes y sigue siendo muy honesto con sus opiniones. Para mucha gente, es la voz del hard rock.

No saca nada por dejarme promocionar mis shows en su programa, pero me sigue invitando. Lo aprecio. Siempre que salgo en su show, la gente me dice que me escuchó. Solía estar un poco celoso de él, a mi no me pedían que presentara festivales. Pero eran chorradas mías. Sin duda, controla mucho más de música que yo. Yo no sé quien produjo ese disco ni tengo claro cual es el papel de un ingeniero. Eddie sí. Yo solo soy el tío que estaba en la escena.

Dee Snider

Amo y respeto a Dee. Tenemos una relación estrecha desde hace unos pocos años. Creo que es muy inteligente y es alguien a quien puedes pedir consejo.

Vino a Carolina del Norte hace unos meses y comimos juntos. No tienes ni idea de la cantidad de fans que llega a tener. Dee es «the real deal» y estoy muy agradecido de su amistad.

Bret Michaels

Recuerdo haber ido a su casa en los viejos tiempos. Y recuerdo que celebré una fiesta de Halloween en 1986 en la que tocaron Poison, pero no nos consideraría buenos amigos. Me gusta Bret y cada vez que nos vemos charlamos un rato.

Sé que influyó para que me contrataran como presentador de esas reuniones de «Rock of Love» y se lo agradezco. Cuando digo que alguien es mi amigo, significa que hablamos del trabajo, comemos juntos, etc. Y no es el caso. ¿Me gusta Bret? Mucho. Es muy bueno en lo suyo y es un gran tipo.

Riki & Bret en un partidillo de softball

Bill Gazzarri

Los veteranos recordamos los horribles anuncios radiofónicos de Bill Gazzarri que decían «Soy Bill Gazzarri, el padrino del rock n’ roll y tengo a las chicas más zorras y a los chicos más zorros en mi escenario. Y si no son zorros, no están en mi escenario«.

Sólo fui una vez a Gazzarri’s, no era mi rollo.

Sé que a muchos empresarios de la noche de Hollywood no les hizo gracia que un chaval abriera su propio local. Y que, a pesar de no seguir sus reglas, Cathouse y Bordello se convirtieron en dos de los garitos más exitosos de Hollywood. Creo que nunca llegué a hablar con Bill.

David Lee Roth

David Lee Roth es una estrella del rock. Si escucho la palabra rock star, pienso en DLR. Era un habitual de Cathouse y fue en Bordello donde conoció a John 5.

Una vez, en el programa de Joe Rogan, Dave contó una historia sobre mis padres moteros que abrieron un local para moteros. No podría ser una historia más inventada, pero mola.

Van Halen en su día eran la banda de rock perfecta. Soy un gran fan de Sammy, pero con Dave eran una banda diferente. Cada miembro tenía su papel protagonista. Cuando escucho «Fair Warning» vuelvo al instituto, a la root beer, las furgonas Chevy y las chicas que llevaban tops.

Kurt Cobain

Decepción. Era un gran fan de Nirvana y cuando le conocí, bien, todo el mundo sabe lo que pasó.

Nirvana en «Headbanger’s Ball»

Steve Jones

Amo a Jonesy. Solía sentarse en su Harley fuera del Cathouse. Venían un montón de moteros.

Era un tío guapo, con su bonita melena, y solía vestir chaleco o chupa sin nada debajo. Se sentaba en su moto, pillaba un chica, desaparecían, volvía y pillaba a otra chica. Nunca mencionaba que él había sido el guitarrista de los Sex Pistols.

A veces entraba al club y se juntaba con Joseph, nuestro DJ. Era un buen tío, siempre. La mayoría de los habituales no sabían que ese tío era el guitarrista de una de las bandas más influyentes de la historia.

Steve Jones a finales de los 80’s

Joan Jett

Cuando iba al instituto, yo era un punk rocker. Un día me pasé por el apartamento de Darby Crash, el cantante de los Germs. Joan Jett, quien produjo el primer disco de los Germs, estaba allí. Me traje a mi hermana de 15 años y se sintió incomoda por que Joan estuvo todo el rato tirándole la caña.

Savannah

Una historia triste. Pauly Shore había estado saliendo con una de mis -ex. En un momento dado, empezó a salir con Savannah, así que lo lógico es que me la terminara follando. Coñas a parte, Savannah era un chica muy dulce. Tenía ese feeling de chica perdida. Hollywood y el porno acabaron con ella. 

Nikki Sixx

Esperaba que no me preguntaras sobre él. OK, vamos allá.

Con Nikki éramos íntimos. Recuperamos la sobriedad juntos. Pasamos un montón de tiempo juntos en los 80’s y tuvimos conversaciones muy profundas.

Me gustaba Nikki. Le compré su Jeep y salíamos juntos todo el tiempo. Giré con los Crüe en su jet privado, estuve en las grabaciones de «Dr. Feelgood» en Vancouver y nos ayudamos mutuamente con la sobriedad.

Fui DJ en la boda de Tommy y Heather. Era colega de todos ellos, pero sobre todo de Nikki. Le presenté a su esposa de esa época y me invitaron a la boda en Hawaii.

El caso es que estábamos un noche en el Bordello y Landon (hermano de Sharise, la esposa de Vince Neil) viene y ¡me dice que acaba de ver a mi prometida salir de la habitación de hotel de Nikki! Se me giró el estómago.

Lo vi de nuevo hace 10 años y fue muy raro. Mira, todos cometíamos locuras, pero no te follas a la novia de tu colega. No lo odio. No existe en mi mundo y punto.

No puedo creer que acabe de contar esta historia.

Janine Lindemulder

Vaya, las puñaladas no cesan, ¿eh?

Fue el mayor drama que he sufrido en una relación. Estuvimos juntos un montón de años. Estaba con ella cuando ganaba mucha pasta y estaba con ella cuando perdí el trabajo y me arruiné.

Sabía que hacía porno cuando iniciamos la relación y lo asumí. Pero cuando me arruiné todo se fue a la mierda. Tuve problemas de autoestima y nos peleamos intensamente. No la culpo.

Fueron tiempos oscuros. Fue bizarro cuando apareció en la portada del disco de Blink 182. Había sido famosa por su carrera en el porno, pero ahora era famosa entre los chavales por esa portada.

Fue una de esas relaciones donde no hay ni buenos ni malos. Fue algo muy tóxico para ambos.

The Rainbow Bar & Grill

Sin Mario, Tony y Michael, ya no es lo mismo.

Ya no es el Rainbow que todos amábamos. Las pocas veces que salíamos en fin de semana en los 80’s, sabías que los planes no fluían, siempre quedaba el Rainbow.

La comida era buena. Siempre había colegas por allí y, por supuesto, estaba Lemmy en una esquina del bar. Estaba petado y el ambiente era una locura, siempre conocías a alguien.

Recuerdo colarme por una de esas chicas que vendían rosas. Tras una noche de borrachera, me desperté junto a ella. No tengo ni idea de cómo terminó allí ni que pasó entre nosotros, pero ella estaba furiosa y me exigió que la llevara a casa.

Nunca más me dirigió la palabra. ¡A día de hoy aún no sé que pasó esa noche!

Lemmy & Riki

Hollywood en 1988

Fueron los mejores días y los peores días de mi vida. Creíamos que éramos los amos de la calle. Y lo éramos. Había rock n roll por todas partes.

Cada noche habían conciertos. Las bandas conseguían contratos. Nuestros amigos conseguían cheques de adelantos y pasaban de cenar Top Ramen en el sofá a conducir coches caros. Todo era rock n’ roll. Comprábamos en el rock n’ roll Ralphs. Comíamos fingers de mozarella en el rock n’ roll Denny’s. El Cathouse era salvaje, sexy y peligroso. El casco no era obligatorio y circulábamos en grupos con nuestras Harleys.

Sexo, drogas y rock n’ roll. Era eso. Más salvaje de lo que te puedas imaginar. Te rompía el corazón, era vigorizante. Era todas las emociones al mismo tiempo. Era victoria, era derrota. Todo el mundo era una estrella del rock o al menos se pensaba que lo era. Fue mágico y es algo que nunca volverá a repetirse.

Tal día como hoy, hace 37 años
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