Stockholm Sketches.

Si tenéis la intención de visitar Estocolmo con la idea de revivir algo del «boom» del rock escandinavo de finales de los 90’s, ya podéis quitárosla de la cabeza. Si, lo siento, poco o nada queda de aquello. Apenas te cruzas con algún «rocker» por la calle o los ves en algún bar, pero poco más. Sus calles actualmente (al menos la de los barrios que yo visite) huelen a cafeterías «Cool» o cervecerías artesanas de 10€ la pinta.

Pero no me mal interpretéis, mi escapada no estaba basada en seguir los pasos de Hellacopters en sus años de borrachera dorada o en descubrir la nueva sensación Sleazy de mala muerte en algún sucio bar. Mi objetivo era descubrir la ciudad y me encanto, pero ya puestos intentar comprobar si aun se palpaba algo de aquella maravillosa escena.

Si bien es cierto que en plena segunda oleada de la pandemia Covid todo se ve diferente y con las carencias correspondientes de falta de shows en directo, lugares cerrados, etc… Es absolutamente recomendable acercarse a Estocolmo a día de hoy, y disfrutar la ciudad. Os dejo por aquí algunas cosas (obviando las visitas turísticas), es decir música y bares.

La ciudad esta llena de tiendas de música, todos los barrios tienen un buen puñado de ellas. Eso si, los discos de Hellacopters, Backyard Babies, etc… brillan por su ausencia, es más ídolos nacionales como Ghost, Europe o Roxette tampoco es que tenga apartados específicos en las tiendas. Aunque claro, de Abba están absolutamente todos, en reediciones recién salidas al mercado. Es decir, si buscas alguna «chuchería» en forma de siete pulgadas de Hellacopters o Ghost, mejor dirígete a tu tienda de barrio en Spain o a internet directamente.

Personalmente, yo compre en prácticamente todas las tiendas que visite y un buen puñado de referencias. A nivel general resulta curioso que los precios en una ciudad donde todo es carísimo, para la música sean los mismos en las novedades que por poner un ejemplo en Barcelona, y que la cultura de segunda mano esta muy cuidada y con precios muy ajustados. Os recomendaré mi tienda favorita, Pet Sounds, ubicada en el barrio del Sofo de Soderman, actualmente zona cool por excelencia de la ciudad, pero que esto no os lleve a engaño, la tienda lleva allí desde 1979 y tiene un material excelente de todos los estilos.

Supongo que debe existir una escena underground de bares rockeros en la ciudad, pero claro, sin un guía autóctono o con más tiempo, mi visita se redujo a un par de noches de cervezas. Inevitable pasarse por el Pub Anchor, podríamos decir que este bar vendría a ser como el Rainbow de Sunset Boulevard pero en Estocolmo. Si desgraciadamente el Rainbow de LA se ha convertido en un mausoleo ridículo de Lemmy, el Pub Anchor me recordó a un local «afterwork» en clave «metalera» para la gente que salía de trabajar. Imagino que no pillé un buen día, pero la selección musical y las pantallas emitiendo videoclips nu metaleros que no tenían nada que ver con lo que sonaba me descoloraron. A su favor, el precio de la cerveza y las fotos de Yngwie en el local.

Mi recomendación y volviendo al barrio del Sofo, es el Snotty Aka Yttnos Sound Bar, donde un viernes tarde noche, entramos para tomar una cerveza y nos quedamos unas cuantas horas y unas cuantas cervezas claro. Ojo, es un local donde puedes entrar con música garage, pasar a Jazz fusión o protopunk, al menos ese día, y con Dj incluido.

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