The Afghan Whigs “How Do You Burn? (2022)”.

Podríamos considerar que “How Do You Burn? (2022)”, cierra la trilogía de los años 2000 (bueno, esperemos que saquen más referencias) de la banda de Greg Dulli. Entrar en comparativas con la otra trilogía en los noventa, sería absurdo, al menos para mí, aquella era otra banda, con otro sonido y enmarcada en otro espacio temporal y generacional. Ahora el sonido de la banda se nutre de otros factores, Dulli se ha enmarcado en mil y un proyectos y desarrollado su carrera propia, por lo que todo ha mutado en “otra cosa”.

De inicio, “How Do You Burn? (2022)”, podría ser la mejor parte de esa trilogía anteriormente comentada, o como mínimo la que más encaja en el concepto de estos The Afghan Whigs 2.0, cargados de todas y cada una de sus influencias. “I’ll Make You See God”, nos remite en clave QOTSA a esos sonidos guitarreros, ásperos y cortantes, un buen choque frontal para arrancar el álbum, eso sí, despachan rápido la esencia bruta para dar paso en el resto del álbum, a sonoridades trabajadas y llenas de mil esencias.

Dulli ha reclutado a todo un ilustre de los 90’s, para la banda, Christoper Thorn de Blind Melon (fue en los estudios de Joshua Tree del guitarrista donde se empezaron a desarrollar las historias del álbum), y aunque servidor no sea un analista al dedillo de los sonidos de guitarra, se me antoja que “Catch a Colt” tiene mucho de Thorn en el lado musical, un ejercicio Funky cargado de elegancia y sentimiento, pasando del drama a la pista de baile.

Analizando la excelente presentación del disco, en cartón satinado, los materiales usados podrían definir por si solos el álbum sin necesidad de escuchar ni una sola nota, pero al pinchar el vinilo (sea en su versión transparente o rosa) inmediatamente luz y oscuridad se dan la mano, y lo representan claramente temas como “The Getaway” o Jyja”.

Eso sí, también hay un espació retro temporal para volver a los noventa, representada en “Domino And Jimmy”. La vocalista invitada, es Marcy Mays, su papel estelar en la balada «My Curse» de «Gentlemen (1993)», aquí vuelve a brillar 29 años después, en forma de historia romántica, cargada de rencores y resignación en su letra y belleza en lo musical. Con esta nueva entrega, Dulli puede equilibrar un set realmente interesante, conjugando pasado y presente de forma coherente, y llenando sus directos de luces y sombras, de unas composiciones que rozan a una calidad muy alta.

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