The Black Crowes go Math

Hola chicos, ¿qué tal? Gracias por venir a clase.

¿Algún matemático in da jaus? ¿No? ¿Algún aficionado, quizás? ¿Tampoco? Fuck it. Con estas líneas no pretendo que te pases al lado oscuro de las mates; lo que sigue es más perverso si cabe. Mi intención es, directamente, joderte la vida. Sí, sí, como lo lees. A partir de ahora, cada vez que se crucen en tu camino The Black Crowes, ya sea en la radio, la tele, el ascensor (risas enlatadas), quiero que tu mente te devuelva una ristra de datos fríos, números impersonales, cálculos incomprensibles,… My business, amigo: secuestrar inocencias.

El caso es que, de un tiempo a esta parte, harto de soltarles a mis alumnos el rollo típico de los libros de texto, me lo paso de puta madre introduciendo en clase referencias al Rock y al Metal. Los pobres desgraciados siguen sin enterarse de nada porque, a la dificultad inherente a la asignatura, ahora tienen que sumarle nombres de bandas que les suenan a puto chino y les importan un pepino; pero, oye, el gato es mío y me lo follo cuando quiero.

Así, en los últimos cursos he emparejado a A Perfect Circle con la constante pi, a Rush con los números palíndromos («2112» es un palíndromo, pues se lee igual de izquierda a derecha que al revés), a Iron Maiden con Pitágoras y sus números triangulares («El número de la Bestia» es, concretamente, el 36º número triangular), a Tool y la Divina Proporción (¡otra vez el empollón Maynard! Tú sin saberlo, pero «Lateralus» es un prodigio matemático-musical que toma elementos de la sucesión de Fibonacci y la espiral aúrea).

Más recientemente, pues justo ayer la chavalada se examinó de Estadística, les hice dibujar un diagrama de sectores que representaba -no la intención de voto del populacho al partido de turno, sino- los ingresos en concepto de merchandising que se habían embolsado Turbonegro, L7, Backyard Babies y The Electric Alley en un (ficticio) festival de Ruock. Sus caritas eran un poema. El cabezón de la clase me pidió que pusiese alguna canción y yo le hice feliz con un «Don’t Say Motherfucker, Motherfucker» que sonó a gloria bendita. Montamos un pogo en medio del aula, y pronto se vino el conserge y el jefe de estudios, lo prometo.

Bien, mañana miércoles, dado que comenzamos el tema dedicado a Combinatoria y Probabilidad, se me ha ocurrido plantearles el siguiente problema para ir abriendo boca (y ojetes):

Espero que no te haya reventado la cabeza. Si es el caso, toma, un pañuelo, y limpia la pantalla. Si te ves capaz de resolver las preguntas no seas tímido, no hace falta que levantes la mano. Escribe tu respuesta, mándala, y que los Infinitos de Cantor estén contigo. El primer acertante tiene un punto extra en el siguiente control sorpresa (control con apuntes, melón, no te pongas nervioso).

Practicar y practicar y os prometo que aprobaréis. Nos vemos en clase. Chao.

PD #1: A todo esto… ¿Cuál es mi opinión sobre el regreso de los Cuervos? Pues que muy feo, pero seguramente iría a verles si me regalasen una invitación. El meet-and-greet se lo pueden meter donde les quepa.

PD #2: Los cuervos tienen habilidade matemáticas muy desarrolladas. Entérate aquí.

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