«Recién salidos de las clínicas de desintoxicación más caras de Madrid. Somos The Boo Devils y en la próxima hora y media vuestros culos serán nuestros».
Con la autoestima así de alta se presentaban The Boo Devils ante el respetable barcelonés congregado en Rocksound.
Charlando con Al Navarro (voces y guitarra) al final del show coincidimos en que, te dediques a lo que dediques, debes creer en tí mismo. La confianza (y la falta de) se transmite. Si crees en tí, los demás también lo harán. Si eres un saco de dudas, mejor quédate en casa.
The Boo Devils llevan colgado el sambenito de banda rockabilly. Lo más fácil para ellos sería mantenerse dentro de la ortodoxia del género y complacer a su exasperante público (la actitud del público rocker, eso daría para post).
Sin embargo, los madrileños se saben diferentes (y mejores) y no tienen complejos en exhibirse como tales. The Boo Devils son una desacomplejada bestia de 4 cabezas desatada de cualquier atadura estilística.
Sí, su base es el Rock ‘n’ roll 50’s, pero a partir de ahí mutan compulsivamente en banda Country, Punk, Rock (sin el Roll) e incluso Hard Rock. Como muestra, la selección de versiones: «Rebel Yell» de Billy Idol y » Who Will Save RnR?» de Dictators.
The Boo Devils secuestraron nuestros culos y los patearon a base de bien. Una banda física, engrasada, que busca el impacto visual y musical, con Al como maestro de ceremonias, con Joe Gabarro y Angel «Siete Vidas» repartiendo riffs rockanroleros a diestro y siniestro con sus preciosas Gretsch, «Magic» Manoo abusando de su contrabajo y Fabio Vázquez a la bateria marcando el tempo.
Como el recital se enmarca dentro de la gira de presentación de su reciente EP, «The Devil-o-Matic» (2019), tocaron sus cuatro temas: «Burning Flags», «Por Amor» (la versión en castellano de un tema del llorado Johnny Hallyday), la pedazo de instrumental con ese toque surf que es «Ocean Drive» y el final de fiesta con » The Devil By My Side».
El peso del set-list adicionalmente recae en el previo «The Noble Art of Rock N’ Roll» (2016), del que desgranaron hasta siete temas, deleitando especialmente con «The Long Way Back Home» -homenaje a todos aquellos que son músicos-, la desenfrenada «All The Pretty Things», la alta en graduación «Too Much Booze» y el emocionante acercamiento a los sonidos de U2 de «Joshua Tree» que supone «Dead Man Talkin'».
De «Mala Suerte» (2014) interpretaron 4 temas, destacando con la espídica «Buzzin’ Bop», mientras que de su primer trabajo rescataron «Devils Waits at Home».
En definitiva, un señor concierto que superó todas las expectativas. El pasado sábado ganaron un nuevo supporter para la causa «boo deviliana». El próximo serás tú.
