The Cult – Barcelona 22-06-23 – Sala Razzmatazz

Hace poco leí una entrevista en la que Ian Astbury decía que se estaba dejando crecer el pelo “porque estoy en una fase coyote”. El día menos pensado se rapará, pero, de momento, está a gusto así.

Que le dure ese ciclo lunar, por favor. En el concierto de la semana pasada en Razzmatazz, más chamánico y wolfchild que nunca, nuestro hombre lucía su mejor look desde ¿1991?

Seguramente si veo una foto de un primer plano se rompería la magia, pero desde la media distancia su aspecto no era precisamente el habitual en un hombre de 61 años. Visualmente, arrinconados los outfits chandaleros, Ian Astbury está pletórico.

Billy Duffy, desde que desterrara el tupé new wave a mediados de los 80’s, siempre ha sido un tipo más constante en cuanto al look. Pasan los años y es grande ver cómo va consolidando su apariencia de VP del chapter local de Sons of Anarchy.

Ya hemos dicho Ian y Billy siguen de buen ver y sabes que eso es un factor que en SPD nos importa. Pero, ¿y todo lo demás?

Cualquiera que haya asistido por los menos a 3 shows de The Cult, sabe que esta banda -o, mejor dicho, Astbury-, en directo, es capaz de lo mejor y de lo peor. En función de los astros que guían el estado de ánimo del vocalista, verás uno de los mejores conciertos de tu vida o saldrás decepcionado. Si no me descuento, yo llevo 4 buenos y 2 malos (Sr. Pisso en Azkena y un desganado show de Razz 2). Afortunadamente, esta vez salió cara.

Como 1) estuviste ahí o 2) ya has leído unas cuantas crónicas, ya sabrás que el minutaje fue breve. Apenas 1 horas y 20 minutos. Corto para muchos, perfecto para mí teniendo en cuenta que me dejan confeccionar el set-list a mí hubiésemos coincidido en el 90% de los temas.

Medio «Electric», varias perlas de «Sonic Temple», «The Witch», sus clásicos pre-«Electric», «Rise» … Un acojonante greatest hits complementado por un par de canciones -prescindibles para un servidor- de “Under the Midnight Sun”, su nuevo trabajo. Vamos, que si intercambian esas dos canciones de “UMS” por un par de trallazos de “Ceremony” me hacen el hombre más feliz del mundo.

Es grande que The Cult sigan creando nueva música. Tengo todos sus discos y seguiré comprando todo lo que saquen. Pero estaremos de acuerdo en que nadie echó de menos incursiones en “Choice of Weapon” o “Hidden City”. Es una apreciación personal, pero Ian me aburrió cuando en giras anteriores adoptó la pose de crooner gótico.

Lo dicho, si a la dupla Astbury & Duffy en plena forma le añadimos la habitual pegada de John Tempesta, el buen hacer de los mercenarios, la brillante elección de set-list y la vitalidad de un público en estado de euforia -un 10 para todos nosotros-, es normal que los bares se llenaran hasta las tantas tras el show. Había mucho que celebrar.

Salir de la versión móvil