«The Idol» (2023)

Ya he visto dos capítulos de «The Idol», el producto de HBO protagonizado por Lily Rose Depp -hija de Johnny- y Abel Tesfaye, más conocido como The Weeknd -sí, el que actuará en el Estadi Olimpic en unos días-.

Previamente al estreno de una serie mainstream, los medios suelen recibir un avance de 4 episodios para que puedan emitir una crítica preliminar. El ego de los opinadores profesionales agradece la primicia y el show se ve beneficiado por el buzz generado.

Con «The Idol» ha funcionado diferente. Sus dos primeros episodios se estrenaron en el pasado festival de Cannes y acaban de ser emitidos por HBO. Hasta la fecha, nadie, salvo sus responsables, ha visto más allá de esa doble entrega. Hasta el próximo domingo 18 de junio (lunes en España), el mundo no conocerá el contenido del tercer capítulo.

Así que tú, yo y el crítico más prestigioso del planeta estamos en igualdad de condiciones. Hemos visto exáctamente lo mismo, así que nuestra valoración tiene el mismo valor.

Menos valor -pero visto lo visto, mayor influencia- tiene un curioso fenómeno surgido alrededor de esta producción. Los que saben lo denominan «pre-crítica».

Consiste en evaluar algo, generalmente de manera negativa, sin haberlo visto/escuchado.

Que si Sam Levinson (co-creador y director de «The Idol», así como padre de «Euphoria») es un gilipollas misógino conocido por putear a las actrices de «Euphoria», que si la directora inicial del proyecto, Amy Seimetz, fue despedida por dar un enfoque demasiado femenino al metraje … factores suficientes para los «pre-críticos» para determinar que «The Idol» iba a ser una mierda.

Levinson, Depp & Tesfaye en Cannes

En Cannes, finalizada la proyección de los 2 episodios, el público ovacionó durante 5 minutos. La prensa, sorpresa, le cascó de media un 2,7 sobre 10. La serie, la peor de valorada de la historia de HBO, era una puta mierda.

¿Y sabes qué? Estoy de acuerdo con esos indeseables!!! «The Idol» es una mierda!!!

Una mierda a medias.

Ambos episodios tienen una estructura idéntica. En su primera mitad nos muestran un retrato hiriente y malévolo sobre la industria creadora de divas de usar y tirar. Un enjambre de mánagers, A&R, publicistas, asistentes y demás parásitos están preparando de forma quirúrgica el GRAN retorno de Jocelyn -una Britney Spears meets Miley Cyrus-, súper estrella pop de presente turbulento.

Jocelyn manos a la obra

Los ensayos, el rodaje del clip, los tejemanejes de la fauna que mueve los hilos, esa primera media hora de cada capítulo está de puta madre. Depp, en el papel de la ultra-presionada y hiper-sexualizada Jocelyn, está espléndida en esas tomas. Puro fuego.

Sin embargo, cuando hace acto de presencia el amo del cotarro, el Sr. The Weeknd -creador y productor del invento-, «The Idol» se reconvierte en folletín romántico espantoso y se hunde en la miseria.

Tesfaye es un actor malísimo que ni en broma da el pego como galán misterioso y cuya química con Depp es nula. Y el tedio al que nos someten tras el ecuador de cada capítulo, con esos ridículos juegos de seducción sado-maso de Club Disney y esas líneas de diálogo propias de la saga «Crepúsculo», no nos lo merecemos.

Dicen que Levinson y Tesfaye han querido rendir homenaje en esas escenas a los thrillers eróticos noventeros de Paul Verhoeven. Mal intento!

Seguiremos informando -o no- de lo que suceda en los 4 episodios restantes.

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