The Poor pertenecen a esas bandas que se formaron a finales de los 80’s dentro del “Boom” del Hardrock,, pero que no pudieron editar su debut hasta entrados los 90’s, por lo tanto, su estilo ya se había influenciado/pervertido por la era alternativa, implicando que su sonido ganará en potencia. Su propuesta convenció, y bandas como Van Halen, Scorpions o Alice In Chains dispusieron de su servicio para abrir sus shows, a pesar de ello, no tardaron en engrosar la lista de bandas arrasadas por el huracán alternativo, teniendo que volver a sus trabajos, ya fuera de carpintero, guardabosques o cuidadores de koalas en el Zoo.
Pasadas unas décadas, la banda vuelve a funcionar, editando un trabajo realmente interesante “High Price Deed (2023)”, que representa un ejercicio de manual de Hardrock, cargado de buenas melodías, directo y lleno de canciones que enganchan. Pero a los que no engancho su visita, fue al público de Barcelona, ya que apenas unas 30-40 personas nos acercamos a la sala con ganas de rematar el fin de semana una tarde de domingo.
Y esas mismas ganas fueron las que la banda puso sobre el escenario durante 90m, lejos de amedrentarse, nos ofrecieron un show altamente disfrutable y equilibrado entre sus nuevos temas y su debut, el “clásico” álbum de 1994 “Who Cares”, enlazando temas y sonando muy directos. Su líder Antonhy “Skenie” es un frontman con muchas tablas, de los que no duda en quedarse con el torso al descubierto, aunque la sala no genere el calor necesario, bajar al público o colgarse la guitarra y descolgársela según el tema (imposible contar cuantas veces hizo ese movimiento), pura actitud que se vio respaldada por una banda, que como hemos dicho anteriormente sonó sin fisuras.