Therapy? – Hard Cold Fire // Marshall Records

Going nowhere, going where….going nowhere

Los 90 siguen vigentes, sobre todo, porque los que ahora regentamos los 40 estamos en la cima, somos el target de todo tipo de estrategias de márquetin para sacar de nuestros bolsillos todos los euros que sea posible. Compramos camisetas de Goku o de nuestros grupos de rock favoritos para nuestros hij@s y todo lo que huela a nostalgia de los años en que creíamos ser verdaderamente libres nos hace saltar como Proust con su madalena.

De el nihilismo de la cita hasta hoy han pasado nada más y nada menos que 29 años. Troublegum supuso el bombazo de la banda norirlandesa. Sreamage, Die Laughing, Trigger Inside fueron algunos de los temas que más pegaron del segundo álbum de la banda. El posterior álbum de 1995 Infernal Love fue un valiente paso de la banda que, lejos de querer hacer un Troublegum 2, optó por seguir su camino. Y funcionó más o menos…la banda nunca acabó de romper la barrera de la popularidad en parte por querer llevar su carrera como quisieron. Esto los llevó a estar en la categoría de banda de culto con una época gloriosa para después desaparecer de la escena más mediática. pero allí siguieron, con algún cambio ens u formación pero estoicos.

Mentiría si dijese que he seguido durante todos estos años a la banda, simplemente desaparecieron de mi radar por múltiples causas. Pues bien, 16 álbumes después de la creación de la banda Hard Cold Fire viene a recordarnos que están aquí, que nunca se han ido y que están listos para que nos reenganchemos a su causa. ¿Subes?

Cairns se lanza a bramar “in the head, in the head in the head…” con ecos a llamamiento desde la Mezquita es cuando el riff inicial te lleva derechit@ al core theapiano que empieza a rodar sin freno. They Shoot the Terrible Master es un hit instantáneo que en casi tres minutos te sacude de arriba abajo. Enrabietado, directo con un estribillo tremendamente pegajoso, infeccioso, es el inicio que deseas para un álbum.  De repente te encuetras headbangueando como loco con la cabeza a punto de estallar…  

La cabeza, ese terrible amo que nos puede llevar a transitar los terrenos más dolorosos. Esta canción surge de un speech del escritor David Foster Wallace en el instituto donde estudió y es una reflexión sobre la vida (y la muerte) de aquellos que provocan masacres en los institutos americanos.

La producción se me antoja capital. La construcción del muro sónico a cargo de Chris Sheldon me encanta. El álbum respira, pero por entresijos, como una ola te centrifuga dándote pequeños respiros para mantenerte vivo para, a continuación, sumergirte en otra zambullida. Bien así me siento con este disco. Desde el puñetazo inicial pasando por el contundente arranque punk de Woe. El segundo corte del disco me entusiasma: enganchado de nuevo con un estribillo más que efectivo, la banda juega a lo que quiere y te da lo que necesitas. Ya en esta segunda canción nos damos cuenta que este disco está hecho por y para el directo, una catarsis absolutamente necesaria pasados los tiempos oscuros en que nos tocó vivir encerrados. Ojo, esto no es un disco de lock-down, es un disco vigoroso que llama a la vida y a vivir, a estar vivo.

Las referencias en este disco se multiplican, todo está pensando y tiene su porqué. Desde Foster Wallace a Beckett, que es la fuente de la que bebe Joy, concretamente de su obra “Esperando a Godot”. El single presentación del disco nos da un versión bastante certera de por dónde se mueve la banda. Solidez y contundencia en la batería de Neil Cooper, la persistencia de McKeegan al bajo y la distorsionada guitarra de Cairns que lanza riff tras riff con unas líneas vocales llenas de melodía.

La inmediatez sigue en Bewildered Herd. Todo el tema surge del impacto que provocó en el hijo de Andy la muerte del rapper Lil’Peep, al igual que lo hizo la muerte de Ian Curtis para el mismo Cairns. Todo ese sentimiento se conjuga en otro trallazo despiadado que enlaza un riff black metalero (muy del gusto del bajista Mike McKeegan) junto con un riff de un tema del propio Lil’ Peep junto con un speech de David Thewlis en la película Naked de 1993. Uno de mis temas favoritos.


Two Wounded Animals: transportación a finales de los 90’s concretamente a los surcos por los que se deslizaban Filter con esa voz tan característica de Richard Patrick. Es sobretodo en lo que a las harmonías vocales se refiere donde más encontramos el paralelismo, en lo musical el eco Fugazi resuena vigoroso. Aun frenando un poco la velocidad la intensidad se mantiene intacta, la máquina de picar sigue firme y sin dejar nada en de una pieza.

La virulencia vuelve de nuevo con To Disappear. El riff inicial es criminal, acompañado por una batería implacable y un bajo asesino forman un tridente que te traspasa irremediablemente. La introspección y la oscuridad toman el mando en una canción que ahonda en los abusos que se sufren de puertas adentro. Esa constante entre la contundencia musical y la melodía vocal suena esta muy bien conseguida.


Sin tiempo para respirar Mongrel nos vuelve a sacudir, aquí la banda nos habla sobre el sentimiento Irish y para ello se apoya en el sonido punk rabioso que me lleva directamente al Crank de The Almighty, a los Buzzcocks. Un tema colosal, energético y sudoroso que promete ser un rompe cuellos en las actuaciones de la banda. Otro himno, sin paliativos.


Sin perder esta línea Poundland of Hope and Glory sigue los postulados del punk aunque aquí en el apartado vocal se aliena con la vertiente más melódica llegando a paradigmas propios de Blink-142. A nivel musical la destrucción masiva sigue siendo la tónica y nos alegramos mucho de que así sea. Según Cairns, el riff principal surgió de Mike y le conectó con el Bleach de Nirvana. Así que ya veis, los 90 siguen más que vigorosos en las manos de Therapy?. Lo que está claro es que esta nueva colección de canciones puede que no sea absolutamente redonda, pero si que nos lleva a terrenos donde podemos plantar bandera y gritar a los cuatro vientos que las puta música de guitarras importa. Nos importa.


Derrapando llegamos a Ugly. Bajando pistonada nos topamos con un riff que manda en todo el tema muy low-fi, grabado en el garaje de Andy con un pedal de medio pelo y pasado por el móvil. Pero funciona. El mantra se te pega en al cabeza y se suelta más. Según el mismo Cairns este tema llama a las puertas de Black Sabbath y Satyricon y, aunque las referencias no sean claramente reconocibles ahí están para quien quiera investigar.


Hard Cold Fire se cierra con Day Kollaps. El último cartucho que quedaba es el que arde más lento. La melodía se apodera totalmente de Therapy? Mostrando su lado más intimista mirando de reojo a The Cure para despedirse relajadamente, como el moribundo que se desangra y en el degoteo encuentra la paz, así nos deja la última nota.


Em poco más de media hora Therapy? Despacha un disco enérgico que entra a la primera y, si bien no es una colección de himnos no sobra ninguno de los 10 temas. Directo, duro cuando se precisa y maleable en su tramo final, un gusto para todos aquellos que disfrutamos de la banda tiempo atrás y, porque no, una grandísima excusa para recuperar la discografía de una banda que nunca se rindió, fieles a ellos mismos y a su concepción musical.


Sláinte, Therapy? !

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