Masoquismo: término que define la parafilia por la que se obtiene excitación sexual mediante el sufrimiento físico o psíquico infligido por otras personas. La Venus de las pieles (1870) es la obra más conocida del escritor austríaco Leopold Sacher-Masoch y, precisamente, su apellido dio nombre al masoquismo.
Esta obra ha sido llevada al cine en un par de ocasiones como mínimo pero fue en el teatro dónde pude disfrutarla hace unos años con Clara Lago en al piel de la Venus. Lo recuerdo con una mezcla de excitación cochina y asombro gafapastil. Tengo pendiente la versión del 2013 que Polanski llevó a la gran pantalla con una Emmanuelle Seigner que quita el hipo…
Pero vamos a la versión que Rosy Finch se ha marcado del tema original de la Velvet Underground. Venus in Furs es el cuarto corte del icónico The Velvet Underground & Nico (1967). Si el original estaba cargado de una voluptuosidad mátrica, rodeada de etéreos humos opiáceos nos encontramos en el otro extremo en la versión de los alicantinos.
Un tremendo violín deja la puerta entreabierta a la sala de torturas: un muro sónico envuelve y asfixía a todo aquél que ose entrar. Precisamente el violín corre a cargo de Alicia Nurho, una artista que tenía cautivada con su obra a la alma mater de Rosy Finch y que ha colaborado con, entre otros, los mismísimos Paradise Lost. Su trabajo rasgando el violín es espeluznantemente sobrecogedor, como si cortara tendones con una afilada cuchilla de barbero.
El origen del interés por este temón de la Velvet se remonta a que Venus in Furs aparece en el film de Rob Zombie «Lords of Salem» y, siendo Mireia Porto una entusiasta de los films de terror (mucha de su discografía recorre clásicos como Carrie o filmes de David Lynch entre otros), estaba cantado que esta versión iba a caer en sus garras y la iban a dejar jugosamente hecha trizas.
Porque la versión es alucinante y se aleja tanto del original que resulta más que apetecible, no porque una sea mejor que la otra si no porque la reinterpretación que se hace del tema le da una nueva dimensión, una dimensión metálica y agresiva que no tenía la original. Si la una era una sala con tercipelo rojo, la otra es una sala con gruesas cadenas y pesados grilletes.
Toda la violencia del Sludge mezclado con Punk y con la cobertura emocional de la era Grunge se dan la mano en Rosy Finch y su último trabajo Seconda Morte (2022) se tendrá que paladear como es debido. Mientras tanto disfrutad de la Venus de las Pieles.