Uncle Acid And The Deadbeats – Sala Apolo 2 – 12.05.2023

Hay bandas que en directo adquieren nuevas dimensiones: Uncle Acid and The Deadbeats (aparte de tener un nombre cojonudo) son una de ellas. Tenía más o menos controlados sus discos Blood Lust (2011) (su disco primigenio VOL 1. de 2010 lo tube en rotación pero no lo controlaba) y Mind Control (2013) y aunque había escuchado sus demenciales The Night Creeper (2015) y Wasteland (2018) no los tenía tan empadados como debería.

Casi de rebote me enteré que tocaban el pasado viernes 12 en la Apolo 2 compartiendo local con los emo-heros Tokyo Hotel en la sala grande. Mejor. La 2 de Apolo me encanta y al ser más pequeña la brutalidad sonora de las ingleses podía detonar como una maldita bomba H.

El cartel se completaba con los suecos Gaupa y Blood Ceremony. Lamentablemente no pude llegar a ver ni unos ni a otros pero mi colega de correrías me comentó que el paganismo que emanaba de Blood Ceremony le convencieron totalmente (sello de garantía) y, si a eso, añadimos la buena reseña de nuestro querido Andreu From SabbatHell seguro que me perdí una buena descarga plagada de mágia y esoterismo folk. De Gaupa, nada puedo comentar, más allá de haber leído maravillas sobre ellos aún no les he hincado el diente, tendremos que ponerle remedio en breve.

Aún así, mi interés se dirigía totalmente a Uncle Acid y sus Deadbeats. Y las expectativas a veces juegan malas pasadas…

Con algo de retraso las luces se apagaron y una proyección VHS con mucha estática preconizaba la entrada de la banda de Cambridge. Llámalo hype pero solamente con eso me puse en alerta y con el arranque de Mt. Abraxas la posesión infernal se apoderó de mi. La solemnidad y la intensidad abrió el camino de un show sin fisuras. La perfecta combinación del Doom sabbathiano con la suciedad Motörheadiana y la crudeza de los Stooges, twin guitars alucinantes, riffs megalíticos…todo aderezado por el bajo mayúsculo y musculoso de Justin Smith y la batería demoledora de Jon Rice.

Pero la banda lleva un nombre: Uncle Acid. Kevin R. Starrs es un auténtico demonio, la manera de atacar la guitarra y violentar los riffs y sobretodo los solos es algo sencillamente demencial. Añádele a eso la estoica presencia de la rítmica de Vaughn Stokes y esas magníficas voces dobladas y ya tienes un brebaje alucinógeno que te transporta a universos paralelos.

Come trip with us

Starcrawler dinamitó la poca cordura que quedaba en la sala después de ser vapuleados con Mind Crawler en el segundo ataque homicida de los Deadbeats.

Cuando Slow Death retumbo con su maléfico crepitar alguno ya se había paseado surfeando la masa, totalmente desatado, y con toda la razón. El espectáculo lisérgico, adrenalítico y por encima de todo musical que se estaba viviendo era mayúsculo. Todo ello apoyado por certeras imágenes proyectadas que culminaban el trip total.

Lo más increíble es la transformación de la banda en directo: toda la pesadez se conjuga a la perfección con una agresividad punk, sucia y peligrosa que si bien en los discos se deja notar en directo explota.

Podríamos comentar todas y cada uno de los temas que nos fueron cayendo como losas pero sería extenderse en vano. Aún así destacar Pusher Man y 13 Candles junto con Shockwave City como los momentos más tremebundos. Esta es una crónica que pasados 7 días aún me sigue poniendo los pelos de punta, chispazos cortocircuitan mi mente y me transportan de nuevo a un momento temporal épico. ¿Flipadísimo? !Yes Sir! hacía mucho que no disfrutaba tanto un concierto.

Si estuviste allí recordarás el tramo final con Crystal Spiders o I’ll Cut you Down, la violencia interpretativa en estos temas dejó a la audiencia con el gesto desencajado después de habernos dejarnos en trance con Ritual Knife. Salvaje es poco.

https://sammyplaysdirty.com/wp-content/uploads/2023/05/uaadb-end-show.mp4

Llegaron sinuosos, silenciosos, mortíferos y se fueron poniendo al límite el aguante estructural de sala zurcierndo en el pecho de cada uno de nosotros los pesados compases de No Return dejando una legión de enfermizos zombies sonrientes. Si estuviste allí felicidades, si te lo perdiste ponle remedio en cuanto puedas Uncle Acid And The Deadbeats son algo diferente, tiene ese qué diferencial que los hace únicos, les sobra carisma, actitud, sus discos son excelentes y su directo una auténtica brutalidad.

No deberían tardar mucho en sacar disco nuevo ya que Wasteland se remonta a 2018, esperaremos con ansias sus nuevos trabajos. Mientras tanto saca la lengua y déjate transportar por la doble gota de Starrs y los suyos.

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